Parece que el país modelo a seguir no era tan modelo, después de todo.

Ya son 15 las personas asesinadas en Chile, durante las protestas.
Funcionarios de ese país intentan justificar los asesinatos. El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo que todas las muertes se produjeron en un contexto de «quemas y saqueos, principalmente de centros comerciales».
El aumento del precio del Metro de Santiago desató una oleada de protestas que con el paso de los días despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por otros servicios, el nulo reparto del sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública, lo que ha generado un estallido social que no tiene precedentes en la historia reciente de ese país.
El presidente del vecino país sacó el ejército a la calle, calificó al conflicto como una guerra. Hay videos que prueban que los soldados detienen arbitrariamente a personas en la calle, como en la dictadura.
El sistema chileno había sido tomado, por el macrismo, como un modelo a seguir. Ahora ya sabemos cómo termina ese modelo.