La ampliación del teleférico avanza entre manifestaciones y cuestionamientos por el impacto ambiental y el costo que deberá asumir la provincia. Algunos detalles y explicaciones oficiales del proyecto.

El proyecto para la ampliación del teleférico y la construcción de un área de actividades en el cerro Ala Delta se encuentra en su etapa intermedia. Paralelamente, los cuestionamientos y la preocupación sobre el impacto ambiental de los trabajos empiezan a aparecer. Pese a los recortes que el gobierno prevé implementar en toda la obra pública provincial, la ampliación del teleférico promete seguir en pie este año. Alrededor de 3 millones de euros se destinarán a la primera etapa del proyecto, consistente en la ampliación de un kilómetro de recorrido hacia el este, mediante el emplazamiento de una torre única y la puesta en funcionamiento de 15 nuevas góndolas. Esta primera fase, se prevé que esté lista para octubre a más tardar. Sin embargo, la etapa de mayor incidencia en el entorno tiene que ver con la segunda parte de la obra, que prevé la construcción de un predio en la cumbre del cerro Ala Delta, que contará con: miradores, baños, circuitos deportivos, áreas de esparcimiento y zona de deportes extremos.
Cuarto Poder dialogó con el administrador del Complejo San Bernardo Martín Miranda, quien brindó detalles sobre el estado de la obra y el impacto de la misma. «El Ágora de servicios es el espacio donde confluye todo lo que necesita un lugar. En este caso, los baños, la confitería, los locales, las dependencias de servicios y el área técnica y mecánica del edificio. Nosotros nos reunimos con el equipo de arquitectura ganador -el de los arquitectos rionegrinos Miguel Angel Buscazzo y Joel Curihuinca- y dimos las pautas de lo que necesitamos ajustar de ese anteproyecto. Ellos llevaron la inquietud a Río Negro» aportó.
Al día de hoy se desconoce el presupuesto final de la obra, dado que el proyecto ejecutivo aún no está disponible. Por el anteproyecto ganador, el gobierno provincial pagó a los ganadores del concurso $300.000. «Estamos por avanzar hacia lo que va a ser el proyecto ejecutivo final. Luego vamos a ver cuál será la constructora. A nivel local nos dicen que sí hay empresas que pueden desarrollar. Se hace a través de una técnica de construcción liviana y rápida que se llama Steel Frame. Todo se fabrica abajo y lo único que se hace es subirlo, ir a colocarlo».
Sobre el proyecto ganador hubo una serie de ajustes propuestos por el gobierno que tienen que ver principalmente con la localización del edificio. El objetivo es que el predio no se ubique estrictamente en la cumbre sino algunos metros hacia la zona sur, dado que los aerodeltistas precisan de ciertas condiciones en el viente para volar. También se solicitaron precisiones sobre características técnicas que no quedaban muy claras en el proyecto original.
Días atrás, vecinos de la zona este de la ciudad junto a miembros de la fundación «Mundo Verde» marcharon hacia el cerro Ala Delta para manifestarse en contra de la tala de árboles en el lugar. Según argumentaron, muchos de los ejemplares talados se sacaron sin necesidad y no hubo un relevamiento de especies animales. Al respectó, Miranda expresó: «Nosotros hicimos el informe de impacto ambiental en la municipalidad y se aprobó mediante una resolución en abril. Allí quedó aprobado absolutamente todo: las instalaciones del medio, las actividades recreativas, etc. De ahí pasamos a la parte civil de lo que van a ser los planos aprobados. El proceso nos llevó tres meses y medio, casi cuatro».
En relación a los trabajos que se están realizando anticipadamente en la zona donde se emplazará la torre, el funcionario acotó: «Son trabajos preliminares para que cuando se apruebe la obra civil ya tengamos hecha la limpieza del camino, el ensanchamiento de curvas, etc. No es deforestación, porque para eso los árboles deberían tener cierto porte. Lo único que hicimos fue intervenir en los caminos que después se van a restaurar. En el informe de impacto ambiental tenemos plan de mitigación, plan de manejo y plan de restauración y todo se va a ejecutar una vez puesto el teleférico».
Desde el gobierno aseguran que extender el recorrido del teleférico redundará indefectiblemente en mayores recursos y mayor caudal de turistas. La proyección que hacen desde las oficinas de turismo habla de unas 500 mil personas transportadas con la nueva obra. Actualmente, visitan el complejo unas 380.000 personas por año. Así y todo, la apuesta a una obra de tales magnitudes contrasta fuertemente con la prédica de austeridad del gobierno provincial, que llegó a eliminar las tarjetas de salutaciones de fin de año para recortar gastos. Al predio de actividades del cerro Ala Delta se sumará en un futuro una tercera etapa de la que aún no hay muchos detalles, pero que tendrá que ver con «actividades aéreas».
Desde la administración del complejo insisten en que habrá un período de recupero del entorno modificado en esta primera etapa: «Todo está calculado: hay inventario de especies y de todo tipo de cosas que nos pidió la municipalidad. Están trabajando profesionales de primera línea detrás de esos estudios y hemos tenido reuniones con un montón de asociaciones que tienen que ver con el ambiente. Nos brindaron el apoyo y nos dijeron que nos van a acompañar cuando tengamos que hacer los trabajos de recupero. Lo que nosotros estamos proponiendo es hacer una especie de parque natural también. Para que el atractivo no sólo sean las actividades en el cerro, sino todo el entorno que podamos generar como parque. Donde viene la modernidad y el desarrollo, se tiene que impactar de alguna manera. Pero nosotros damos la garantía de que ese entorno va a volver a ser lo que es» finalizó Miranda.