Castañares está conmocionado por la aparición sin vida de Martín Eliseo Cruz. Hablamos con la madre y uno de sus 10 hermanos. La comunidad educativa del IEM junta dinero para el velatorio. Las cámaras de seguridad y la tarjeta de Saeta serían las claves. (A.S.)

Martín Eliseo Cruz, el joven de 22 años del barrio Castañares, que era desesperadamente buscado por sus familiares, fue encontrado sin vida luego de 12 días a la vera de la ruta nacional 9, kilómetro 1578, en la zona del expeaje Aunor.

El lunes posterior a su desaparición “Wanchope”, como le decían en su barrio, iba a completar los papeles para su inscripción a la carrera de Enfermería; tenía todo listo. El sábado salió de su casa y le dijo a su madre que en un rato volvía. Señalan en su entorno que no solía irse sin avisar, ni mucho menos “perderse” por algunos días. Que no regresara, y sin dejar aviso, de por sí era mala señal.

Marta Cruz, su madre, se dirigió el domingo a la comisaría de Castañares a realizar la denuncia por la desaparición. “Vuelva a su casa señora, debe estar de joda”, le dijeron los policías y no quisieron tomarle la denuncia, algo que ya no suena extraño en esta provincia, donde la demora policial ante las personas desaparecidas es moneda corriente.

“Estamos disconformes con el accionar policial”, comenta tajante Marcos, uno de los 10 hermanos de Martín: “Si la policía hubiera salido a buscarlo ese mismo día quizás lo encontraban”, describe. Eso no sucedió y sólo fue buscado cuando amigos y familiares salieron a pegar carteles con su cara por toda la ciudad y decidieron ir a los medios porque no tuvieron otra alternativa. “Si nosotros no salíamos a buscarlo, no lo encontraban nunca”, señaló el hermano y agregó que en la Comisaría los policías tuvieron una forma horrible de expresarse. “La policía en esta zona siempre tiene una mala forma de tratar a la sociedad”, señaló.

Marta Cruz, jefa de hogar y empleada doméstica tiene palabras precisas para describir el dolor de una madre que pierde a uno de sus hijos: “Me pongo a pensar en el precio que tenemos que pagar por ser humildes… Tengo a mi nene en la morgue pero debo seguir adelante por mis otros hijos. Porque tampoco quiero deprimirme y quedarme encerrada o tirada en la cama, tengo que seguir”.

“Yo ya soy una mujer grande”, señala y se identifica como una persona creyente: “Sabemos que Dios todo lo ve”. Frente al accionar policial la madre se muestra con pocas fuerzas para seguir denunciando, pero describe: “Señores policías, sáquense el auricular cuando alguien pida auxilio”, exclama y recuerda que a su hijo ya nada lo traerá de vuelta, ni sus quejas, ni sus lamentos, ni sus denuncias. “Estuvimos cerca de 15 días buscándolo, ahora tenemos que esperar otros 15 días para poder velarlo”, sostiene entre lágrimas.

 

Versión oficial

La Fiscalía Penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, a cargo de Pablo Paz, informó que  el cuerpo fue encontrado suspendido de un árbol con una soga, el martes al mediodía por un operario que realizaba tareas de desmalezamiento. Posteriormente realizaron un cotejo con el registro de personas reportadas como desaparecidas y ante la presunción de que se trataba de Martín Eliseo Cruz, se acondicionaron las prendas que vestía y fue un hermano del joven el que hizo el reconocimiento de las mismas. 

Según confirmó la familia, ninguno de ellos quiso ver a Martín en ese estado, pero sí pudieron reconocer su ropa. Igualmente tendrán que esperar dos semanas luego que se realice el cotejo genético con sus familiares para poder velarlo. Mientras tanto, desde la comunidad educativa del IEM, establecimiento al que el joven asistía, comenzaron una campaña por redes sociales para recaudar dinero para ayudar a la familia con todos los gastos que deberán afrontar.

El recuerdo de un joven

Desde el entorno de Martín, quienes lo recuerdan lo definen como un chico introvertido, amable, humilde y con una relación muy especial con su madre, a quien cuidaba mucho. Se nota que era un chico querido por todos. Carmen, docente de la institución se mostró muy conmovida por el triste desenlace y señaló que los profesores del IEM están al tanto del contexto social por el atraviesan muchos de los estudiantes que allí concurren.

Desde el entorno de Martín además apuntaron contra la premura del Fiscal Paz al querer, mediante una especie de conferencia de prensa, instalar la versión oficial del supuesto suicidio. El fiscal señaló ante los medios que “Wanchope” tenía una carta, solamente legible algunas líneas, en donde daba indicios de esta decisión que habría tomado, y relató que continúan trabajando con elementos que tienen que ver con la tarjeta de Saeta, y con las cámaras de video vigilancia de la zona. Ninguno de estos elementos que expondrían las últimas horas con vida del joven —claves para determinar sobre lo que realmente le sucedió— les fueron aun facilitados a los familiares. 

Un excompañero del joven que quiso mantener su nombre en anonimato también apuntó contra el dudoso accionar policial ante la demora en la búsqueda y el posterior hallazgo de Martín: “El cuerpo fue encontrado en la otra punta de la cuidad”, manifestó al intentar dilucidar los vacíos sin respuestas desde el entorno del joven, quienes se encuentran sumamente sorprendidos por todo lo ocurrido. “Sabemos del amedrentamiento de la policía hacia los barrios periféricos”, señaló y contó que una amiga en común dijo haber visto a Martín el domingo en el río: “Se saludaron”, mencionó y agregó que la joven no quiere dar entrevistas porque se encuentra muy conmocionada por la pérdida de su amigo.

La familia, amigos y excompañeros se siguen preguntando por qué el cuerpo estaba irreconocible cuando fue hallado; y sobre todo por qué la Policía de Salta sigue resistiéndose a tomar las denuncias por desaparición cuando existe un protocolo, el cual debe activar de inmediato las alarmas para la búsqueda de personas, algo que otra vez no sucedió.