Claro que todos esperábamos el final feliz, pero la confirmación del hallazgo de su cuerpo nos inmovilizó, nos pegó como una bofetada, nos sacudió las fibras más intimas: nos mató la esperanza. (Nota del Editor)
Cómo se empieza a hablar de la desesperanza cuando todos esperábamos en el fondo que Gala, Santiago o como quiera llamarse, viviera a su modo, en algún lugar ideal y feliz? Si a medida que pasaba el tiempo, soñábamos con el reencuentro con ese papá que no se cansó de buscarla esperanzadamente, o esa mamá que sufría íntimamente su ausencia?
«Me pase todo el día, evitando escribirte, ya son cuatro años de absoluto silencio y de extrañarte en todo momento, te amo, junto a tu hermano son mis dos grandes amores, perdón, perdón por lo que te haya faltado en casa, quiero que sepas que aquí estoy, esperando tu regreso a mi vida, mi Santiago, mi Nicolas o mi Gala, te acepto en un TODO, dame una señal de que estas bien, y calma mi dolor, mi gran amor. Muero todos los días un poquito, ya son cuatros largos años de ausencia que desgarra mi alma»TE AMO CON TODA MI ALMA”- había escrito hace poco, el pasado 17 de mayo Javier Cancino.
Desapareció el 16 de mayo de 2017 cuando tenía 14 años. “Solo quiero que me diga que está bien”, decía su padre. Se había despedido para ir a una clase de educación física en el colegio Belgrano a donde cursaba el secundario. Javier ofreció llevarle en el auto, pero se negó. “Llegó a la esquina y saludó con la mano y no lo vi desde entonces”, contó. Nunca llegó a la clase de educación física, ni al Instituto de Ingles a donde también tenía que asistir.
Otra desidia del temido López Viñals y su equipo
Javier hizo la denuncia y según indicó “la acción de la policía provincial en ese momento no fue la esperada. Tardaron en reaccionar y activar la búsqueda. Nunca se fijaron en los accesos de la ciudad. Si vieron a un menor. Nada. En un principio se recibieron miles de llamados. La fiscalía Penal se hizo cargo de la investigación pero no dio resultados. Se hicieron rastrillajes pero no sirvieron de nada”. Que podría haber pasado, si todo estaba a cargo del actual juez de Corte y entonces Procurador Pablo López Viñals. Nada. Como nada pasó con las investigaciones de los casos Lujan Peñalba y Yanina Nuesh, Jimena Salas, Marcela Guantay o Cintia Fernández.
Gala o Santiago
La última que tuvo contacto fue una tía, se la cruzó en el Parque Bicentenario esa tarde, se saludaron y nada mas. Salió después de cambiar su vestimenta. De ahí en más se le perdió el rastro. Cuando comenzó la búsqueda, muchos le escribieron a Javier para que dejara de buscarla como Gala y que se enfocara en el nombre de Santiago. Así empezó a pensar que se había ido de la casa porque no se sentía apoyado por su elección de género. Las investigaciones apuntaban a tres hipótesis: fuga de hogar, homicido y suicidio”. En febrero de 2019 se hicieron cargo de la causa los fiscales Ramiro Ramos Ossorio y Santiago López Soto. A partir de ese momento la investigación se reactivó y comenzaron a descartarse algunas hipótesis.
La confirmación que nadie quería
Los fiscales penales Mónica Poma y Santiago López Soto, junto al director del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, Pablo Rivero, fueron los encargados de confirmar que tras el hallazgo de resto óseos a la verja de la ruta nacional Nº9, se pudo establecer que pertenecían a la menor desaparecida. El hallazgo se produjo en una zona a la que caracterizaron como de muy difícil acceso, ya que se trata de una pendiente de más de 80 grados, cubierta por malezas. Un camino inexplicable y alejado de algún sendero o huella.
La determinación de la identidad, se produjo a partir de elementos encontrados que luego fueron identificados por los padres como de su propiedad. Se realizó una pericia odontológica con los registros dentales, otorgando certeza de su identidad. Los fiscales señalaron que se la menciona de acuerdo al nombre legal al momento de la desaparición, sin desconocer la vigencia de la Ley de Identidad de Género, en relación a su autopercepción.
Especulación política
No deja de llamar la atención por estas horas que un caso tan sensible para la sociedad salteña, haya sido tomado para blandir lanzas e intentar llevarse adeptos al oscuro antro del propio egoísmo de nuestra clase política.
En un posteo de twitter la intendenta Bettina Romero expresó: “El peor final. Triste noticia. Gala siempre en nuestros corazones. #NiUnaMenos”, intentando un rédito político de una causa que señala la violencia de género y los femicidios, algo totalmente alejado con este caso que nos conmociona.
Andrea Villegas dirigente del MST y referente del FIT Unidad fue mas lejos, y directamente convocó a una marcha también relacionándola con la causa #NiUnaMenos.
Otra que recién se acordó de pedir explicaciones sobre la investigación fue la concejal Frida Fonseca, pero dicen que se acordó ahora, que nunca la vieron tocar la puerta de López Viñals para pedirle que le rindiera cuentas por sus constantes omisiones.
Oportunistas políticos, aves de rapiña que usan el dolor de la gente para sacar algún rédito, sin respetar la decisión final de Gala o Santiago, sin respetar el dolor de la familia. Una mezquindad total, sobre la cual la gente con el tiempo, les pasará la cuenta.