Así lo consideró el abogado querellante, Javier Latorre.

Por Andrea Sztychmasjter

El letrado, uno de los abogados querellantes, describió que la reconstrucción sirvió para que el Tribunal pueda visualizar lo que en palabras la querella intentó demostrar como la verdad más cercana a la verdad de los hechos. “Porque la verdad total y absoluta no la vamos a tener al menos en este juicio, porque seguimos sosteniendo que se trató de un crimen por encargo como lo ratificó en su declaración el menor L”.

En ese sentido señaló que esperan que pueda realizarse un segundo proceso.

Reconstrucción

La misma fue realizada durante dos largas jornadas, el día martes y jueves. El letrado describió que entre los puntos más sobresalientes se destacan  “Arrancando desde el subsuelo del supermercado que fue donde atacaron a Sandra, se cotejaron las distancias y quedó bastante claro que la hipótesis planteada por la Fiscalía que el menor L fue el único agresor quedó muy desdibujada. Esto se dio al reconstruirse los hechos con personas y no con muñecos de trapo como se hizo en la etapa de investigación penal preparatoria. Se hizo con dinámica, con movimientos, simulando ataque, que la persona intente evadirse, cubrirse, está claro que no pudo haberlo realizado una sola persona y menos con la contextura del menor, en ese caso Sandra podría haberse escapado, defenderse. Menos aún ponerla en la posición que hay coincidencia probatoria que fue trasladada antes de pasarla a la caja, para ponerla en esa posición en la parte del acompañante se requiere cierta maniobra y fuerza, máxime con un vehículo del porte que tiene una caja automática, que lleva toda una consola en el medio, por eso siempre hablamos de dos o más couatores del hecho y se logró recrear la hipótesis nuestra que quedó evidenciado que se ajustaba más a la realidad”.

El abogado también se refirió al momento en el que la señora es trasladada a la caja de la camioneta y mencionó que quedó en claro que es muy difícil que como señala la Fiscalía esto lo haya realizado el menor L solo.

Respecto a la reconstrucción realizada en la casa de Carrizo, lugar donde también se lavó la camioneta con sangre, Latorre manifestó que se evidenció que por la cantidad de sangre que quedó en la vereda y que fue fotografiada por uno de los investigadores, Carrizo no pudo no haberla visto: “Creemos que el video que filma Carrizo y que sube a su estado estaba destinado a alguien para mostrar que el crimen ya se había cometido”.

Agregó Latorre que además Carrizo manifestó que sacó de la camioneta un dinero que allí había y que lo repartió entre los demás imputados y se quedó con otra parte: “Caxal, Caro y Bonifacio negaron esto”, señaló “Aquí se empezaron a contradecir los imputados”.

Sobre el lugar donde arrojaron el cuerpo de Sandra Palomo, en un descampado detrás de un loteo policial cercano al rio, señaló el letrado: “Necesariamente tuvieron que entre dos al menos haber arrojado el cuerpo, porque si no tendrían que haber dejado una huella de arrastre por el terreno”.

En relación a los demás imputados, el querellante señaló que ya en el lugar donde arrojan el cuerpo, los jóvenes manifestaron que por miedo no se fueron del lugar: “Tanto yo como la jueza les consultamos cómo fue esto teniendo en cuenta que eran mayores que el menor L e incluso de mayor contextura”.

Un ex policía exonerado

Latorre mencionó además otro momento de la reconstrucción cuando los imputados a bordo de la camioneta de Palomo luego de arrojar el cuerpo se dirigen hasta la casa de Damian Caxal. “Caxal no supo responder porque él había dicho que estaba amedrentado, con mucho temor y por eso no se había ido del lugar, pero el vuelve a su casa a buscar una manguera para lavar la camioneta y se cruza con su padrastro, Gustavo Bravo, un ex policía de la Brigada exonerado y le pregunté si no le dijo a su familia si tenía tanto miedo, dijo que no, que se volvió a subir a la camioneta y se fueron a la fiesta”.