En el segundo día de audiencia en el juicio por el femicidio de la maestra jardinera Sandra Palomo brindó su testimonio el menor de edad declarado inimputable y manifestó que el imputado Hugo Carrizo lo obligó a ir al supermercado porque tenía un encargo de asesinar a una señora. 

Por Andrea Sztychmasjter  

 

En el segundo día de audiencia prestó declaración el menor declarado inimputable por el juzgado de Garantías Nº 8. Pidió ser acompañado de su abogado defensor, Luciano Romano y sin la presencia de los imputados- 

 Vestido de joggins, campera deportiva, escoltado de dos oficiales, y con esposas, el menor que dijo desconocer a su padre, de contextura pequeña contó con detalles todo lo sucedido y la participación que prestó para trasladar el cuerpo de Sandra Palomo. Según indicó manejó la camioneta de la señora el día del femicidio amenazado por Hugo Carrizo a quien había conocido hacía seis meses en una fiesta por amiga en común: 

“Todo comenzó un día jueves antes de lo que pasara el sábado el mediodía. Me mandó un mensaje al Instagram Hugo Carrizo. Me dijo que él tenía que hacer algo que le habían encargado. Me amenazó de esa forma. Que si no le iba a hacer algo a mi mamá. Solo me dijo que me presentara el día sábado en el super Vea de Tres Cerritos al mediodía”, declaró el menor. 

Pese a que se había informado en un primer momento que el menor era sindicado como el asesino de Sandra Palomo, y que el joven ya había publicado en redes sociales de sus supuestos “deseos de manejar una camioneta”. “Motivación que fue acompañada del afán de exponer en su círculo de amistad su ‘hazaña y el supuesto coraje’ para cometer tan aberrante crimen”, tal cual lo publicara el diario El Tribuno, el joven aseguró que fue amenazado de muerte por Carrizo para manejar la camioneta y trasladar el cuerpo. Describió que todo el tiempo vivenció cuando éste la mató y la subió a la camioneta: 

“Carrizo me dijo que tenía que matar a una señora y que le iban a pagar”, señaló el joven y agregó: 

“Se me había roto el celular y había entrado desde el celular de mi mamá. Salí de la casa hacia el super, él estaba en el subsuelo. Él estaba ahí con un arma (Hugo Carrizo) y una punta. El me apuró me dijo que había que matar a una señora. Yo por miedo fui de campana hacia donde están las escaleras y el ascensor. Yo me quise ir me dijo ‘si te vas te mató a vos y a tu mamá’ ”, declaró el menor. 

“Yo vi que la señora se bajó de la camioneta. Carrizo va y le dice ‘dame todo’ y sacó una punta o una navaja y automáticamente hizo que la señora se subiera al asiento del conductor y ahí empezó a darle puñaladas. Me dijo que me suba, que yo maneje, el la puso a la señora en el asiento del acompañante, la puso de cabeza y le puso las bolsas del super y mi campera encima y una mochila. El se subió atrás y me hizo que maneje. El se sentó atrás”, describió el joven que tiene 18 años. 

“Salimos de ahí y nos fuimos para El Huaico, me dijo que vayaramos a un lugar donde podíamos tirar el cuerpo. Bajamos para la zona céntrica, pasamos por Popeye y de ahí tomamos la avenida donde está la terminal y fuimos derecho y quiso que evadiera el control de la Policía vial, me dijo que haga una maniobra para evitar el control. Me hizo meter en contramano, me hizo ir por una ruta y salir por una finca en San Agustín, me hizo dar toda la vuelta y ahí se quedó estancada la camioneta, no podía avanzar.  El fue y pidió ayuda a dos hombres, le dio 500 pesos a cada uno. Sacó las bolsas de mercadería, cargó el cuerpo y lo puso en la caja, en la patente había sangre, el empezó a tirarle tierra para que no se viera y la dobló hacia arriba”, describió. 

“Fuimos hacia zona sur a su casa, hacia el barrio 25 de mayo. Llegamos a su casa, eran tipo 5 de la tarde. El cuándo baja empieza a filmar con su celular, me empieza a filmar y decía ‘Picadeli, picadeli’ y se reía y lo subió a un estado. Entró a su casa y sacó para limpiar el tapizado del acompañante. En la calle salía un montón de agua con sangre, yo no ayudaba solo miraba. Sacó una mochila y me hizo ir hasta la casa de Catzal Damian. Ya sabían ellos, subió a la camioneta. En la esquina aparecen los amigos Bonifacio y Caro”. 

El joven prosiguió: “Ellos estaban hablando fuerte que tenían que enterrar un cuerpo. De ahí nos fuimos a un barrio donde viven todos policías y fuimos hasta un descampado. Seguimos derecho y me hicieron parar, había un pozo. Catzal y Carrizo arrastraron el cuerpo de la camioneta, lo agarraron de los tobillos y lo tiraron. También tiraron mi campera y las bolsas y las plantillas de mis zapatillas. Volvimos a la casa de Catzal y sacó una manguera. Carol me pregunta cuantos años tenía, quien era mi mamá. Carrizo le ponía alcohol al volante y sacaba las manchas. Con la manguera empezaron a limpiar las manchas de sangre. Se quedan con el teléfono de la señora y una billetera. De ahí empieza a poner música, me dicen que los llevé a una fiesta en la Tavella. Se bajan Catzal y Carrizo y me dice que me descarte de la camioneta y que no cuente nada y me empezó a amenazar. Yo cuando voy por la avenida había dos motorizados, pero no me pararon. Fui hasta mi casa, estacioné la camioneta y bajé y una vecina me miró mal. Cuando entré mi mamá estaba preocupada y me preguntó dónde estaba. Yo le dije que me había agarrado a pelear y que un amigo me traicionó. No le conté nada, me bañé y me cambié. La prendí (a la camioneta) y la dejé en la casa de mi abuela», sostuvo.  

El joven contó que fue hasta la casa de dos compañeros que quería comentarle sobre lo sucedido, pero no se animó. Volvió a su casa y no pudo dormir en toda la noche. “Yo ya sabía que la policía me iba a venir a buscar”. 

“Al mediodía mi mamá me mandó a comprar carne para asado familiar y cuando volví ya había personal del CIF y personal de Brigada de Investigaciones. El lunes a las 3 de la madrugada, fue la Brigada a buscarme”, señaló. 

Ante la consulta de la jueza Norma Vera, presidenta del Tribunal, el joven detalló que posterior al hecho Carrizo solo le manifestó: “Me dijo que era un batecana y sos un botón”. 

El joven aseguró que nunca mató a la señora, según indicó mientras lo trasladaban en la camioneta, efectivos policiales de la División Homicidios hacia Ciudad Judicial le decían que él había sido. “Me decían que me haga cargo. Me dijeron que iba a estar un par de semanas y que no iba a pasar nada”. Aseguró que le hicieron firmar a el y a su mamá “cerraron la puerta”, describió.  

La fiscal Mónica Poma consultó con qué armas se encontraba Carrizo el día del hecho “pistola 9mm y una navaja o faca”, respondió y dijo conocer de armas porque su tío es policía.  

Según la Fiscalía los estudios realizados por psiquiatras mostraron que L. N.C.V. es un peligro no solo para la sociedad, para terceros, sino también para sí mismo. En ese sentido sigue sujeto a medidas de seguridad de manera indeterminada, sin embargo, el joven se mostró coherente en su relato y aportó detalles específicos de todo lo sucedido.  

Al ser consultado por el abogado querellante Latorre, el por qué antes había manifestado tener miedo de nombrar al imputado Carrizo y por qué ahora si da nombre y apellido, el joven relató: “Cambió porque gracias a mi abogado yo tenía miedo de decir su nombre porque su mamá tenía contactos con el centro de menores y ahora estoy en Michel Torino”, señaló. 

El joven aseguró que esa misma noche, a pesar de tener su celular roto accedió a su whatsapp desde una computadora y pudo ver el siguiente mensaje de Carrizo: «Eh guacho vamos a ir a decir todo lo que hiciste a la policía».

Respecto a unas imagenes de la señora Palomo aparecidas en su celular, el joven dijo desconocer esas fotos.

Plan homicida 

También compadeció Enrique Guillermo, hijo de la víctima quien empezó declarando: “me parece una burla que se crea que fue un robo al voleo”, “No su opinión señor”, lo interrumpió la jueza Vera. 

El chico aseguró que ese día estando en la casa de su novia, tipo 4 de la tarde le avisaron que su mamá no aparecía. “Después tipo 9 de la noche noto que era algo más grave”, aseguró que salió a dar unas vueltas y volvió a su casa. 

“Mi hermano mayor encontró la camioneta a la noche cuando pasó por la cuadra de su casa” aseguró que al día siguiente tipo 12 le avisaron que habían encontrado el cuerpo. 

“Vi suciedad en la camioneta, como cuando uno pasa un trapo y deja suciedades”, describió.  

Al ser consultado por la relación de su padre y madre el joven aseguró que su veía a su mamá muy sometida: “Veía tratos chocantes hacia mi mamá. La hacía renegar, mi mamá se enojaba y lloraba”. 

Describió que personal del CIF lo hizo subir a la camioneta sin ninguna protección. “Me pareció raro porque supuestamente ya habían hecho el peritaje, pero había cosas ahí”. Nombró unas llaves y la billetera de su mamá en la guantera. 

“Para mi es algo grande, hay gente que plantaron para eso usaron chicos, hay gente mas grande y bastante bien planeado”, consideró el hijo. 

Respecto a un audio que mantuvo con su padre, el joven recordó que posterior al asesinato: “Mi papá en ese momento tenía momentos de lucidez, me generaba bronca que pregunte cuando nos devuelven la camioneta y no por mi mamá. A veces me sacaba de quicio y ponia el celular a grabar”, sostuvo el joven. 

Según comentó su tia, el padre y esposo de Sandra Palomo se encuentra con una enfermedad. Por este motivo Sandra había dejado de trabajar para atenderlo. Tanto su cuñada como su hijo declararon ante el tribunal que posterior a la muerte de Palomo el hombre cambió su actitud de enfermo. 

“¿por qué duda de su padre?” le consultaron al joven: “ Mi mamá no tenía problemas con nadie, no usaba malas palabras, era muy difícil hacerla enojar. Todos deben saber que la mayoría de los casos de femicidios es por parte de la pareja”, sostuvo el hijo. 

Consideró que con su enfermedad el hombre empezó a perder jerarquía, aseguró que su padre era muy celoso: “Mi papá yo creo que de celos y odio de ahí parte”, señaló. 

“Hay cosas previas un accidente en el 2016, mi papá va manejando y mi mamá en el acompañante, supuestamente mi papá se duerme en la ruta y chocan y vuelcan y mi papá sale corriendo”. 

¿ud cree que no fue accidental el hecho? Le consultó el abogado querellante Latorre, pero la jueza Vera consideró no pertinente la pregunta. 

El hijo de Palomo sentó sus dudas respecto a un amigo con quien siempre hablaba de dinero, aseguró que éste un día antes le consulto sobre el monto de dinero que habían cobrado de la venta de un departamento. 

El joven aseguró que desde que su padre está enfermo su situación se fue empeorando: “Por momentos entiende lo que dice, pero igual sigue teniendo sus momentos de lucidez”, sostuvo. 

¿Mostraba su padre síntomas de tristeza, congoja, luego de la muerte de su madre?, le consultó el abogado defensor Orfeo Maggio 

-No, respondió el joven. Y aseguró que su padre no era una persona demostrativa.