En un fallo reciente, la Justicia rechazó los planteos de la defensa de David Bejarano y Santiago Bejarano, quienes buscaban invalidar pruebas clave en el juicio por el homicidio de Darío Esteban Monges. El tribunal confirmó la legalidad de las pruebas obtenidas, destacando la solidez de la investigación y desestimando los cuestionamientos realizados por los imputados.
Uno de los principales argumentos de la defensa se centraba en la supuesta eliminación de información extraída del chip telefónico de Monges. Sin embargo, el tribunal concluyó que no se presentaron pruebas concretas que demostraran manipulación alguna. Los peritos confirmaron que los datos extraídos del dispositivo eran identificables, estaban registrados con fecha y hora, y no podían ser alterados. Además, se subrayó que la defensa utilizó reiteradamente dicha información durante el juicio, lo que contradice su solicitud de exclusión.
En cuanto al allanamiento realizado en el domicilio de David Bejarano, la Justicia consideró que el consentimiento otorgado por el imputado no era válido debido a que se llevó a cabo de noche y en presencia de menores de edad. No obstante, este hecho no afectó la validez de las pruebas fundamentales que vinculan a los imputados con el crimen.
La investigación determinó que Darío Monges fue asesinado entre la noche del 1 de septiembre y la madrugada del 2 de septiembre de 2022. Los imputados, David y Santiago Bejarano, utilizaron la relación de confianza que tenían con la víctima para atraerlo a su taller mecánico. Posteriormente, le dispararon cinco veces en la cabeza dentro de su propio vehículo, un Ford Ecosport blanco, el cual fue hallado dos días después con el cuerpo de Monges en su interior, en el barrio Círculo 1 de Salta Capital.
El tribunal también acreditó que los imputados se dedicaban a la venta de estupefacientes junto a la víctima. Durante un allanamiento realizado el 6 de octubre de 2022, se secuestraron 174,49 gramos de marihuana en el domicilio de Santiago Bejarano, lugar donde ambos hermanos fueron detenidos.
Las pruebas que fundamentaron la condena incluyeron análisis de cámaras de seguridad, registros telefónicos, ubicaciones de datos móviles y testimonios clave. Entre ellos, destaca la declaración de un testigo de identidad reservada, quien confirmó la presencia de los imputados en el vehículo al momento del crimen. Además, pericias de ADN y rastreo con canes especializados vincularon directamente a los Bejarano con el lugar del hecho.
Con este fallo, el tribunal reafirmó la validez de las pruebas obtenidas durante la investigación y desestimó los intentos de la defensa de invalidarlas, confirmando la responsabilidad de David y Santiago Bejarano en el homicidio de Darío Monges.