Uno de los imputados por el crimen de Jimena Salas, el vendedor ambulante Sergio Vargas, inició una huelga de hambre este fin de semana. Sus familiares solicitan que arranque el juicio lo antes posible. 

 

Familiares y allegados de Sergio Vargas, único detenido por el crimen de Jimena Salas, realizaron una manifestación pidiendo celeridad en el inicio del juicio. El proceso está previsto, según adelantó el procurador Abel Cornejo, para el mes de mayo. Durante el fin de semana, el imputado realizó una huelga de hambre seca.

«Mi hermano empezó una huelga de hambre seca (sin beber agua), pero la levantó porque el médico le dijo que ya estaba sufriendo problemas. El jueves quise llevarle medicación para los huesos, pero no me quisieron recibir», expresó su hermana Sandra Vargas.

«Nos han peloteado todo el año que pasó, entendemos que fue por la pandemia, pero nos quieren hacer esperar hasta mayo o junio y nosotros estamos muy angustiados de verlo en ese lugar de castigo», añadió.

Junto a Nicolás Cajal Gauffin, imputado por encubrimiento, Vargas se encuentra involucrado como partícipe secundario del homicidio triplemente calificado. Al día de hoy, la única prueba en su contra es el testimonio de vecinos que dijeron haberlo visto merodeando el lugar.

«Mi hermano sigue detenido hace dos años, culpado en primer lugar como asesino, y ahora como sospechoso de haber ayudado a los asesinos. Pedimos que nos aceleren la fecha del juicio, el procurador dijo en mayo, la fiscal para junio y estamos todos padeciendo», concluyó Sandra.