Culminó la primera semana de juicio por el femicidio de María Leonor Gine. La pericias del CIF indicaron que el nieto actuó solo y continuó consumiendo en la zona de plaza Alvarado donde a la vista de todos se sabe que se lo comercializa. La droga que dejó de ser consumida únicamente en las periferias y que se sostiene como invisible en la clase media. (por Andrea Sztychmasjter)

Del femicidio de María Leonor Gine impactó su brutalidad pero también causó conmoción saber qué tan cerca está la clase media local de las redes de narcomenudeo que venden paco y cocaína. Fue la madre del nieto de “Tita” Gine quien señaló que el joven conoció las drogas en el mundo del ciclismo, consumidor asiduo de cocaína terminó consumido por el paco. Con la posibilidad de contención de su familia, algo de lo que carecen muchxs de los usuarixs de esta droga, logró ser internado en varios centros de desintoxicación de Salta y Córdoba. Fue internado incluso en el Ragone y fue la propia abuela quien pidió sacarlo de ahí “porque ningún nieto suyo iba a ser internado como loco”, según palabras de una de sus hijas. El joven que consumía desde los 14 años nunca pudo salir de las drogas pese al acompañamiento profesional que recibiera en estos centros de rehabilitación.

Agustín se encontraba a cargo eventualmente de una de las pizzerías familiares que poseen en el populoso Mercado San Miguel. Federico Detzel, perteneciente a otra clase social, era también consumidor de paco. Según surge de los registros fílmicos Agustín salió del departamento para buscarlo el día del hecho y posteriormente fueron en busca de la chica trans con quien habrían tenido relaciones sexuales a cambio de dinero. En el departamento, lo rastros del consumo de paco durante toda esa noche fueron evidentes. Se visualizaron restos de bombillas de mate, y virulana generalmente empleada como filtro. Según el testimonio de consumidores los efectos son inmediatos y devastadores para el cuerpo: “Lo primero que te da es coraje, estás siempre activo, si te dicen algo reaccionás mal. Y necesitas seguir consumiendo, el cuerpo te lo pide y mientras más fumás más loco quedás. Podés estar hasta tres días sin dormir y no te importa nada”.

De los sucesos analizados en el proceso que se lleva adelante en el salón de grandes juicios del Poder Judicial salteño, se desprende que el alto nivel patrimonial de las familias junto a su status social no garantiza encontrarse exceptuados de conocer la droga que golpea en las zonas más periféricas de la ciudad. El primer informe sobre el crecimiento de la pasta base en la Argentina realizado en 2006 -encargado por la ONG internacional Transnational Institute a la Asociación Civil Intercambios, señala que la expansión a sectores medios de la sociedad se debe a la proliferación de «cocinas» de cocaína. La hipótesis más fuerte es que la cocaína se produce cada vez más en Argentina y por lo tanto circula más el desecho de la producción.

El estudio citado revela no sólo que el paco es una sustancia que circula por barrios acomodados sino que además en esos sectores el consumo no es tan compulsivo y destructivo como en los de menos recursos. «Si bien en torno del consumo de PBC se han construido imágenes estereotipadas de un usuario pobre, joven, que hace un uso descontrolado de paco y que en pocos meses muere, la investigación muestra que (como sucede con otras drogas) hay usos más ‘controlados’, menos compulsivos o incluso situaciones que permiten reducir o detener el consumo», dice una de las conclusiones a las que arribó el equipo de investigación.

Para el caso del joven salteño que podría afrontar una pena a prisión perpetua por el asesinato de su abuela, su madre aseguró que fue él mismo quien le solicitó ayuda y que de no haberle avisado ella nunca se habría dado cuenta que su hijo era adicto. Los familiares y empleados del edificio describieron no solo la relación reciproca de amor que existía entre la abuela y su nieto sino que además lo puntualizan como un joven amable, enérgico y respetuoso. Nadie sospechaba que ese consumo terminaría con el joven detenido por asesinato.

La primera semana de juicio

Como puntos sobresalientes de la primera semana de juicio que se lleva adelante por el femicidio de María Leonor Gine se destacan aspectos concernientes a la participación de lxs imputadxs y quienes se encuentran detenidxs con prisión preventiva. Se trata del agregado de calificación en las imputaciones del amigo del nieto y de la “trabajadora” sexual que realizara la representante del Ministerio Público Fiscal y que introduce una calificación subsidiaria con la que inicialmente se realizó el requerimiento a juicio.

De confirmarse el hecho que ni Tania Aguirre ni Federico Detzel participaron o estuvieron en el lugar del hallazgo, estaríamos una vez más ante la privación ilegítima de la libertad de dos personas, acusadas por un crimen que no cometieron. Situación que lxs encargados de efectuar justicia deberán rendir cuentas, pues tal como lo manifestara la abogada defensora de Tania Aguirre, tuvieron que llegar a juicio detenidxs para comprobar su inocencia, violando todos los mandos constitucionales que hombres y mujeres del derecho dicen respetar como directrices básicas de su profesión.

Durante la cuarta audiencia la fiscala Titular de la Unidad de Femicidios del Ministerio Público Fiscal, Mónica Poma, señaló que existe una “Nueva hipótesis a la ocurrencia de los hechos”. Esto después que en la tercera audiencia una pericia integral revelara que no existen indicios materiales para inculpar y situar a Federico Detzel y Tania Aguirre en la escena del crimen; como lo manifestaran las peritas del CIF, el asesinato lo cometió una sola persona que sería el nieto de la señora Gine.

Detzel y Aguirre se encuentran con prisión preventiva acusadxs por el delito de “homicidio agravado por ensañamiento, alevosía, criminis causa y por haber mediado violencia de género, en concurso real con violación de las medidas dispuestas por autoridad competente para impedir la propagación de una pandemia”. Según aclaró la fiscala “Del aprovechamiento del resultado hoy surge una alternativa diferente” y señaló que la Fiscalía considera que de acuerdo a las pruebas presentadas hasta el momento deben ser acusadxs también por el “delito de participación posterior respecto de las imputaciones de Detzel y Aguirre, por encubrimiento agravado”.

Al introducir esta calificación subsidiaria la fiscala Poma no pidió la revocación de prisión que pesa sobre Detzel y Aguirre, pese a que posiblemente en el momento de los alegatos desde la Fiscalía se decida solamente señalarlxs por la figura de encubrimiento y no como autores del asesinato.

El secretario de seguridad presente

Otro de los puntos que se declaró durante el debate, tiene que ver con la presencia del secretario de Seguridad, Benjamín Cruz en el lugar de los hechos. Según detalló uno de los policías el secretario se hizo presente por tener alguna relación con una de las hijas de la señora Gine quien lo habría llamado. Pese a que fue advertido por el mismo policía que no podía ingresar para respetar la escena del crimen, Cruz entró al departamento, fue hasta la cocina, observó a la víctima tendida en el suelo y se marchó.

Una pericia integral

La reconstrucción consistió en un análisis integral criminalístico, con evidencia física de la participación de los hechos de lxs acusados, realizada por dos peritas del CIF y un perito de parte propuesto por la defensa de Tania Aguirre. Una de las perita aseveró que el hecho habría sucedido posterior a las 19.51 hs y antes de las 20. 57 hs del día 27 de marzo.

La profesional que presentó un extenso informe detallado, refirió que el único que participó del asesinato es el nieto de la víctima y que a esto concluyeron a partir de hipótesis deductivas e inductivas de los indicios presentes en el lugar del hallazgo. Aunque relataron las peritas las pequeñas manchas que Agustín tenía en su remera que después se cambió “No guarda relación con la cantidad de heridas que tiene la víctima”. Y aseguró que estas marcas eran por “Patrones de transferencia”.

Quinta jornada

Durante la quinta jornada de juicio que se lleva a cabo contra Agustín Morales (21), nieto de la víctima, Federico Detzel, amigo de él y Tania Aguirre, mujer trans y “trabajadora” sexual, declararon, Claudia Portelli, médica patóloga del CIF, quien realizó un análisis detallado de la autopsia del cuerpo de la víctima, el policía Claudio González suboficial principal, encargado de una inspección ocular del teléfono del portero del edificio donde vivía Gine. “El portero decía que la señora lo había llamado en el momento que supuestamente estaba sin vida. Pero resulta que se confundió porque él la había llamado”, declaró el policía.

Vicente Cruz remisero que llevó al nieto de “Tita” Gine el día del asesinato, según consignó “el trayecto fue desde calle Jujuy hasta San Juan y después volvimos hasta la Moldes, buscaba un teléfono público en calle Islas Malvinas. Fue hasta la plaza del barrio Santa Lucía hasta la independencia”, el testigo señaló que el joven le pidió ir hasta la plaza del Barrio Solis Pizarro, donde se bajó y realizó “algún intercambio” con otro joven.

También declaró Claudio Mansilla inquilino de Gine y empleado de Aguas del Norte. “Me alquilaba un espacio al lado del departamento. Estaba partido el departamento”, señaló que hacía un mes que se lo había alquilado.  Aseguró que hacía dos días le había pagado dado por adelantado el alquiler. Describió que el comedor de su departamento dividía la cocina y aseguró que pese a que la pared era de durlok “no pasaba ruido”.

“No salíamos afuera por la pandemia, yo estaba trabajando de noche. Llegué de trabajar me acosté a dormir, me levanté. Me volví a dormir como a las 4 de la tarde. No se escuchaba nada, como a las 1 de la mañana vi que salió el señor Morales en la camioneta. Y después como a las 3 también salió. Yo lo vi que salió tres veces”, manifestó el inquilino que a pesar de exteriorizar varios detalles, dijo sobre el día del hecho “No escuché nada, nada”.

Elvira Cortez, “empleada doméstica”, señaló que la abuela le comentó que el joven tenía problemas de adicciones: “Yo le dije que le de la plata porque ellos se ponen mal”. Declaró que “Le dije a la señora si tiene delé porque sino ellos se ponen nerviosos”. Señaló que días antes del asesinato vio que Gine tenía marcas de “agarrones” en sus brazos. “Le pedía plata, volvía y se encerraba en el baño, dejaba un olor fuerte, esto era más fuerte que el tabaco”.

También declaró un taxista a quien Agustín solía llamar por teléfono para solicitar sus servicios, describió que lo llevaba a lugares donde venden drogas, conocidos por choferes de remises y taxistas y por la propia policía- el día del asesinato el joven lo habría llamado alrededor de las 20 hs solicitándole que “le lleve una chica o una travesti”, el taxista aseguró que le devolvió la llamada tipo 1 de la madrugada diciéndole que “no había ninguna chica”.

El taxista señaló que después de enterarse por las noticias del crimen y según sugerencia de su hijo, tuvo que ir a una dependencia policial para “desentenderse” del asunto. “Me dijeron que esperara que me llaman”, así que no hizo denuncia.