Comenzó el juicio por el femicidio de la joven madre Agustina Nieto. Hay un solo imputado pero la familia denuncia que detrás existe un entramado de ajustes de cuentas por drogas en la que hay policías involucrados.

Por Andrea Sztychmasjter

 

Durante el primer día de audiencia se llevó a cabo la lectura de la requisitoria fiscal. En la Sala VII del Tribunal de Juicio comenzó la audiencia de debate en la causa seguida contra Joaquín Octavio Viñabal (25), alias “Gololo”, por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por femicidio, en perjuicio de Agustina Fernanda Nieto.

Declararon dos hermanas, un hermano y un primo de la víctima. La familia emprendió una investigación propia para saber quiénes asesinaron a Agustina, la joven dejó un niño que hoy tiene 5 años-.

La familia tuvo que realizar la investigación por cuenta propia ante el nulo avance de la causa. Y denunciaron “un juicio amañado”.

“El Estado pretende cerrar este caso y dar vuelta la página sin tocar al aparato policial involucrado. Por eso quitó a la familia el derecho de constituirse como querellantes a través del rechazo del Juzgado de Garantías 3 a tal solicitud; esto deja a la familia sin participación activa en el proceso de investigación y juzgamiento. Es en este cuadro que será Federico Diez, el juez encausado por violencia de género, quien presida el juicio”, manifestaron sus familiares.

“Agustina tenía 22 años y el 10 de noviembre de 2018 fue hallada sin vida en un aguantadero de Bº San Benito. Su familia denuncia un crimen mafioso, ligado al narcotráfico, en el que se encuentran involucrados policías y transas según los testimonios que ella misma logró recabar apenas sucedido el hecho. Después de casi cuatro años el Estado solo cajoneó la causa, que pasó por cuatro fiscales que garantizaron la impunidad de los asesinos y de toda la red que sigue operando en el barrio”, describieron en un comunicado.

El juicio unipersonal es presidido por el juez Federico Diez. Por el Ministerio Público interviene la fiscal Mónica Poma. La defensa del imputado está a cargo de Roberto Adrián Reyes.

El hecho ocurrió el 10 de noviembre de 2018 en barrio San Benito de la ciudad de Salta.

Según la requisitoria fiscal de elevación a juicio, esa noche Agustina Fernanda Nieto concurrió a una construcción abandonada donde se encontraba Viñabal con otras personas no identificadas. En ese contexto, alrededor de las 7 de la mañana, le quitaron la vida a la joven, presumiblemente mediante compresión del cuello y sofocación manual (taponamiento de la boca).

Dos ADN sin cotejar

Miguel García, primo de Agustina y quien prestó declaración el día de hoy denunció que existen dos ADN que fueron encontrados en el lugar donde la asesinaron que no pudo determinarse a quienes pertenecen, por ende los posibles autores materiales están libres: “Aparecieron esas dos muestras de ADN y el fiscal que estaba en ese momento que es el fiscal Paz nos dijo que no había manera de cotejar con el entorno de Viñabal”, sostuvo y agregó que al único imputado se logra colocarlo en la escena del crimen por sus contradicciones y porque posteriormente testigos declararon verlo ahí.

Femicidio de Agustina: ¿Hay policías involucrados?

Ajuste de cuentas

Declaró una de las hermanas de Agustina, quien actualmente se hace cargo del hijo de su hermana, pues tiene tutela judicial. Aseguró no conocer al único imputado.

La hermana describió que anterior a su muerte, denunció a su hermana por dejar a su hijo en la casa de una amiga «Hice una denuncia porque quería traer el bebé a la casa», sostuvo. Aseguró que después de eso las cosas mejoraron y Agustina ya no salía.

También declaró Ángel García, primo de Agustina. “Cuando incurrió en el consumo de sustancia la veíamos muy poco. Me enteré del hecho en una reunión con amigos, se comunicó un primo mío y me fui. Teníamos la esperanza de que no sea ella”, describió.

«Al calor de todo lo que estuvimos investigando del caso sí, previo a eso no», respondió frente a la pregunta de la fiscala sobre si conocía el entorno de Agustina.

“Ella se mantenía bajo régimen de consumo, cuando volvía era para cuidar a su hijo, tenía intenciones de rehabilitarse, su ultimo retorno se da en el marco un tiempo antes de su muerte, era que se iba a quedar. Le había sustraído una sustancia de pilas de pasta base a un narco y ella los repartió entre los chicos del barrio, ellos mismos lo manifestaron”, denunció el joven.

“Volvió, repartió entre sus allegados, y posterior a eso es cuándo se la ultima», agregó “Ajuste de cuentas”.

Al ser consultado por quienes son los que le dieron esta versión, el joven describió  a un tal Chavelo, Pocho de zona sudeste, barrio San Ignacio, San Benito y Solidaridad. Los hermanos tambien nombraron a una amiga de Agustina “Mona sabe todo y sin embargo no ha declarado en toda la investigación”, refirió.

“Una tal gorda Vaca forma parte del entramado que comercializaba sustancias. Y un Policía de apodo Chio”, señaló el primo.

Tambien lxs testigos refieron a grupos barriales que se juntan en la zona de Barrio San Benito “Los poseídos’ de la cual forma parte Viñabal, así también Chavarría quien es el dueño del terreno donde está la casa donde fue ultimada”.

Por otro lado aseguraron que Agustina era changarina, limpiaba la casa a una señora. Si bien era adicta se costeaba el consumo mediante esa changa.

También compadeció Ana Mamaní, quien encontró el cuerpo de Nieto en la vivienda de Barrio San Benito. “En esos días estaba de mudanza, llego de trabajar y veo que me habían entrado a robar, fui a la señora del lado para ver si había escuchado algo”, recordó.

“Una señora que vivía al frente me contesta que era normal que a otra señora le habían robado y encontraron sus cosas al lado en esa casa abandonada. Ingreso al baldío para ver si encontraba algo. Fui y vi unos dedos, después vi el cuerpo desnudo, los pantalones abajo”, describió.

“Le digo hay una chica muerta y no me cree, salí para el vecino que tiene teléfono fijo que llame a la policía. Tuve que hacer unos pasos. Estaba acostado boca arriba, las piernas encogidas, el pantalón de las rodillas para abajo, una sola zapatilla, tenía campera abierta y los senos así descubiertos. Tenía moscas en la boca por eso me doy cuenta que estaba muerta”, señaló.

Describió que había preservativos en el piso alrededor de ella.

Un policía que recuerda de a ratos

También declaró Adrián Romero, oficial policial, que se desempeña en el sector 4 a jurisdicción Villa Mitre. Al momento del hecho revistaba en el Sector 6  de barrio Democracia.

“No recuerdo mi participación en la causa”, señaló sentado en el banquillo. Ante la insistencia de la consulta de la fiscala dijo después si recordar “ En el baldío”.

“Por un llamado al 911 de una vecina que sintió olores nauseabundos en baldío de grandes malezas”, sostuvo el oficial.

“Ingresó personal del CIF, nosotros hicimos cobertura externa. Entrevista vecinales, me desempeñaba como sumariante de la comisaria 10”.