En el marco de las misas por Domingo de Ramos, en la Catedral Basílica de Salta, el titular de la Arquidiócesis de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello se refirió al tema de la ley de legalización voluntaria del embarazo, que volvió a instalarse en la agenda tras las declaraciones el gerente del Hospital Público Materno Infantil, Federico Mangione, quien durante la semana realizó declaraciones sobre cómo se aplica la ley en Salta.

En ese sentido, Carnello referenció a Mangione, quien alertó sobre la objeción de conciencia invocada por las instituciones privadas ante una solicitud de interrupción voluntaria del embarazo, y planteó que hay «hipocresía en la sociedad», al sostener que muchos médicos e instituciones se niegan a realizar la práctica por una cuestión de dinero y no por un convencimiento personal.

«La ley del aborto plantea una hipocresía de la muerte», aseveró Cargnello y dijo que «la falta de aplicación y regulación de la ley aprobada habilita el aborto hasta en el último día de embarazo. Se han permitido abortos en Salta hasta en la semana 38”, deslizó.

En esa línea, al Monseñor cuestionó “si puede prevalecer una ley humana sobre el mandato divido del no matarás», y apeló a que «un ciudadano debe tener en cuenta esta realidad al emitir su voto», exclamó.

En esta misma línea, el director del Hospital Materno Infantil de Salta, Federico Mangione realizó declaraciones a un programa radial local, donde criticó con suma dureza la ley de interrupción voluntaria del embarazo, la cual “no fija límite al aborto”, alertó el médico y agregó que hasta la fecha ya se realizaron 42 intervenciones en el nosocomio, y 120 interrupciones farmacológicas en los centros de salud de su área operativa.

En ese contexto, Mangione aseguró que ya no dan abasto por la demanda de legrados y la falta de plazos, al tiempo que indicó que le llegaron consultas para interrumpir un embarazo de 28 semanas de gestación y resaltó que “después de la 11a semana, hay que desarmar el feto”.

El Gerente del Materno Infantil aclaró que no es un opositor a la legalización del aborto, si no que su crítica apunta a la falta de plazos en la ley, una omisión que legaliza de hecho el aborto hasta el último día de la gestación. Algo que los promotores de la norma se cansaron de negar.

Sgún Mangione, la Ley habilita el aborto legal a lo largo de todo el embarazo en las causales de violación o de riesgo para la vida o salud de la madre, entendiendo por salud la física, psíquica o social. Es decir, un abanico de motivos amplísimo.

“Ya me llegaron consultas de 28 semanas. A eso le induzco el parto y cuando sale el chico está con vida. ¿Qué hago? ¿Quién le va a meter una puñalada? ¿Nadie lo va a atender? Ahí me meten preso porque hago abandono de persona. Eso no está en ningún marco legal”.

Con la misma firmeza en sus términos, Mangione indicó que sus dichos tienen la finalidad de llegar a las autoridades –de todos los poderes- para que tomen conciencia de lo que trae aparejado la ley: “Después de la 11a semana, tenemos un período de osificación del feto. Si yo hago un aborto, voy a ser crudo en esto, tengo que desarmar el feto. Ese feto se rompe en hueso y cartílago. Para poder sacar lo que es el famoso legrado se convierte en una gilette. Rompo el útero, rompo el tejido y termino dejando a una chica de 20 años con la imposibilidad de ser madre de por vida. ¿Estoy cuidando a la mujer ahí? me pregunto. Lo voy a decir porque si me van a sacar que me saquen, porque estoy diciendo la verdad y no porque estoy mintiendo”.