El breve discurso del Arzobispo frente al presidente Mauricio Macri generó interpretaciones dispares.
Según el medio que uno lea, ayer Mario Cargnello se levantó en modo zurdito y dio un discurso revolucionario o, por el contrario, el discurso fue todo un halago para el presidente, Mauricio Macri.
Pero ayer, Cargnello no fue ni K, ni PRO: fue más Cargnello que nunca.
Sí, es cierto que le mencionó al presidente su promesa de “pobreza cero”. Y también es cierto que tiró esta frase: “Cuando empezó usted dijo ´Voy a luchar por la pobreza cero´, ¿qué le puede decir Salta ahora? Salta le da rostros a la pobreza”.
Recortando sólo esta parte del discurso, Cargnello sí parece peroncho. Un peroncho oportunista (porque después de todo también estaba sentado ahí el gobernador, quien ejerce su cargo hace 12 años en la provincia y alguna responsabilidad debe tener si hay tantos pobres; aunque en todos estos años nunca le dijo nada), pero peroncho en fin.
Breve paréntesis: se ve que al mismo Urtubey no le cuadraron para nada las palabras de Cargnello, a tal punto que la oficina de prensa del gobierno provincial subió un video a su canal de youtube, súper editado, en el que recortaron las partes críticas:
El gobierno subió este video bajo el título: “Cargnello se refirió a los pobres y peregrinos como maestros”.
Si bien el área de prensa sólo quiso editar la realidad, lo que hizo fue dejar en evidencia la esencia del discurso de Cargnello: los pobres deben conformarse con ser pobres.
Porque si bien Cargnello arrancó su discurso en modo crítico, después dijo que “desde hace unos años se nos regalado un fenómeno que son los peregrinos, que cada vez son más numerosos acá”. Dijo que vio gente llegar de todas partes. Gente humilde. Hizo hincapié en los mineros de la Puna, que “es gente que trabaja horas y horas en situaciones de inclemencia”. Dijo que la forma en que peregrinan es un ejemplo, porque vienen juntos el dueño de la mina, el gerente y el último de los mineros y provocan una nueva sociedad. “¿No es posible caminar juntos? Por qué la historia debe hacerse desde la pelea”, se preguntó Cargnello. Y recalcó “Los pobres no son una molestia, son una oportunidad, son maestros”.
Lean bien las palabras de Cargnello: lo que le molesta es la lucha de clases. Le molesta que el pobre se queje. Le molesta que el pobre quiera dejar de ser pobre.