Que la policía agrande su parque automotor para reforzar el servicio de seguridad, puede ser una buena noticia. Lo que no deja de ser un dolor de cabeza, es que cada acto se realice cortando el tránsito en pleno centro y complique, a los ya complicados vecinos de la ciudad.

Así, de imprevisto, los automovilistas se llevan la peor parte de una especie de asalto por sorpresa de la calle General Güemes y Balcarce, cada vez que se dispone de un acto en la Jefatura Policial que termina complicando a toda la zona aledaña.
Si bien el lugar dispone de un amplio patio donde en casos como el de hoy, la cantidad de vehículos (en su mayoría motocicletas) no amerita el corte de calles, se insiste con la metodología que altera el normal tránsito de nuestra ciudad, que de hecho viene complicado por la cantidad de desvíos por obras.
El acto estuvo encabezado por el gobernador Juan Manuel Urtubey, y se entregaron 15 motocicletas KTM 250, para la Dirección de Seguridad Vial. También fueron de la partida 5 vehículos para la Dirección de Drogas Peligrosas, fueron cedidos por el Juzgado Federal 1, a cargo de Julio Bavio, todos ellos secuestrados en causas de narcotráfico.

Por su parte la empresa Veloz del Norte, firmó el comodato para la cesión de un colectivo (que también se instaló sobre calle General Güemes, que se usará en el traslado del personal policial.

Sin dudas, el aprovisionamiento policial debería redundar en el bienestar de los salteños, pero en aras de tranquilidad, ya estaría siendo hora de pensar en actos simbólicos donde ni siquiera sea necesario el traslado de tantos vehículos a un lugar clave del microcentro salteño.

Hoy nuevamente los ciudadanos vieron fuertemente alterada la convivencia vial, con nervios, bocinazos y pérdida de tiempo. Los del acto, por supuesto, ni se enteraron.