Los carreros de la ciudad aseguran que su situación se encuentra cajoneada porque los concejales no encuentran una solución para ofrecerles. Unas 1200 familias dependen del trabajo de los carros.
Los carreros de Salta continúan en el centro de la polémica, pero cada vez menos en la agenda de los concejales. Así lo aseguró el delegado Fredy Víctor Flores, quien agregó que como los ediles no encuentran una solución para ofrecerles, el tratamiento de su situación está siendo cajoneado.
Hace más de un mes, los carreros presentaron un pedido de derogación de la ordenanza que regulaba su actividad. Todavía no recibieron respuesta.
«Acá lo que sucedió es que, como no encuentran solución alguna, cajonearon el tratamiento de la problemática de los carreros en la ciudad», dijo Flores. Agregó que los concejales ya no quieren hablar con ellos.
Según informó El Tribuno, más de 1200 familias dependen del trabajo que se realiza a través de los 800 carros que recorren la ciudad todos los días.