Jair Bolsonaro, es el “presidente más ineficiente” del mundo para lidiar con el coronavirus, de acuerdo a Eurasia Group, la consultora de riesgo político internacional que advirtió que “enfrentará consecuencias políticas”.
Electo en 2018 con unos 57 millones de votos, Bolsonaro comienza a generar rechazo entre los brasileños por su «falta de habilidad» para tratar la epidemia.
Este fin de semana, Bolsonaro ha atacado a gobernadores que están ordenando bloqueos de actividades debido a la pandemia por la que atraviesa el mundo, tildándola como una «gripecita» cuya gravedad está magnificada.
En la noche del domingo tuvo su siguiente desacierto, un grupo de “empresarios amigos” que los respaldan en las redes sociales. Jair Bolsonaro firmó un decreto provisorio, algo así como un Decreto de Necesidad y Urgencia, que permite a las patronales dejar de pagar por hasta cuatro meses los salarios de sus trabajadores a raíz de la pandemia del coronavirus, porque «los empleos están siendo exterminados» y “es mejor que quedarse sin trabajo”, según sus poco felices declaraciones.
La prensa también indagó acerca de la encuesta de Datafolha en la que brasilero aparece con una popularidad por debajo de los gobernadores y de su ministro de Salud, Luiz Mandetta, luego de su desempeño frente a la crisis del Covid-19. «Preguntarme sobre una encuesta hoy es antipatriótico, infame, si no les gusta váyanse. No se puede entrar en pánico, estamos haciendo todo lo posible, porque el pánico es más grave que la enfermedad. No tenemos cómo evitar los efectos del coronavirus», afirmó.
La aprobación que Bolsonaro tenía por parte de la población brasilera era mucho mayor en épocas de campaña que el 36% con que cuenta en la actualidad, por debajo del ministro de Salud, Luiz Mandetta, con un 55% y los gobernadores con un 54%.
«Me importa un bledo que el ministro tenga mayor popularidad, eso no es una pregunta a la altura del riesgo de Brasil. Algunas autoridades están dando remedio en exceso», dijo el Presidente, respecto a las medidas de los jefes de estados, que se han convertido en los dueños de la iniciativa contra el coronavirus.
Horas más tarde, después de un repudio generalizado de su pueblo, Bolsonaro anunció en las redes sociales que revocó el artículo de su decreto sobre flexibilización laboral emitido durante la pandemia del coronavirus que permitía a las empresas dejar de pagar cuatro meses de salarios. Tras la pésima repercusión de la medida en el Poder Judicial, en el Congreso y entre la población, el presidente Bolsonaro, informó en Twitter que había decidido revocar un artículo de la medida que permitía la suspensión de los contratos de trabajo por hasta cuatro meses, sin pago de salario.
De acuerdo con el decreto, publicado en la noche del domingo, los empresarios tenían derecho de dejar de pagar al trabajador durante el periodo en el que dure la suspensión contractual. La medida generó inmediatamente confusión, desconcierto y críticas por la desprotección que ocasionaría entre millones de trabajadores en el momento en que más lo necesitan. Al comentar la medida, dijo que «es una forma de preservar empleos».
La columnista económica de O Globo Miriam Leitao dijo que en esta coyuntura el gobierno «ayuda a las empresas y fragiliza a los trabajadores». La senadora opositora Katia Abreu indicó que presentaría enmiendas al decreto, que requiere de aprobación legislativa después de 60 días de publicado para seguir teniendo vigencia. El decreto publicado por el Gobierno también prevé otras medidas, como la posibilidad del teletrabajo, la anticipación de las vacaciones individuales, la concesión de vacaciones colectivas y el establecimiento de un banco de horas para ser compensado una vez finalice la crisis sanitaria. Bolsonaro expresó en reiteradas ocasiones su temor sobre las consecuencias económicas que la crisis sanitaria tendrá sobre la maltrecha economía brasileña y criticó a los gobiernos regionales que decretaron el cierre de comercios y la suspensión de misas y cultos. (N.J.)