El fiscal federal Franco Picardi dio impulso este jueves a la denuncia presentada por la Oficina Anticorrupción (OA) para que se investigue si el expresidente Mauricio Macri y otros funcionarios de su Gobierno incurrieron en un fraude en contra de las arcas del Estado cuando promovieron el endeudamiento del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La denuncia había sido presentada por el titular de la OA, Félix Crous, ante el juzgado federal número 5 y sostenía que a través de la violación de una serie de normas el Gobierno de Macri había contraído una millonaria deuda con el FMI cuyo monto, además, era idéntico al de la cifra en dólares que se habría fugado en el mismo período de tiempo.

El fiscal le dio impulso a la investigación al presentar ante la jueza María Eugenia Capuchetti una ampliación del requerimiento de instrucción en el marco de un expediente que ya está iniciado y tiene entre los imputados al expresidente Macri, a sus exministros Nicolás Dujovne (Hacienda), Luis Caputo (Finanzas y a los extitulares del Banco Central Adolfo Struzenegger y Guido Sandleris.

La denuncia

De la denuncia surgía que de la conducta imputada a los acusados se desplegó en el contexto de una política económica, monetaria y financiera que permitió “generar ganancias extraordinarias mediante la colocación de letras en moneda nacional, de corto vencimiento, que pagaban una elevadísima tasa de interés».

Esto, indicó, «atrajo cuantiosas inversiones especulativas de residentes y no residentes, que vendían la divisa norteamericana en la plaza local para hacerse de pesos para acceder a dichos títulos y así obtener ganancias con el diferencial de la tasa”.

Se resaltó que ya a principios de 2018, y como consecuencia del sobreendeudamiento -el mayor en los mercados internacionales desde 2016-, Argentina “perdió el financiamiento internacional privado en dólares, a la par que los inversores especulativos desarmaron sus posiciones en letras en pesos y dolarizaron sus tenencias para asegurar sus ganancias ante la debacle, mediante la formación de activos externos”.

De esa forma, se estableció en la denuncia “que sin acceso a crédito internacional y en virtual default, el proceso diagramado y ejecutado por los imputados lejos de detenerse se aceleró».

Como consecuencia, continúo, se «incrementó en modo tal la demanda de divisas que para sostener el mecanismo diseñado se solicitó un préstamo al FMI, organismo con el cual nuestro país se había desendeudado pocos años atrás´”, según relató el fiscal Picardi en su requerimiento de 49 páginas.

Fue en ese momento que, según la denuncia que incluyó informes del Banco Central y la Sindicatura General de la Nación (Sigen), “en tiempo récord, el 20 de junio de 2018 el FMI aprobó un nuevo empréstito, que fue destinado a solventar la formación de activos externos, en perjuicio del Estado Argentino y de todo el pueblo de la Nación, que con el endeudamiento subvencionó las ganancias de los especuladores”.