El tiempo pasa, la riqueza sigue en las mismas manos.

Luego de más de un mes el oficialismo sigue tratando de “debatir” sobre el impuesto a la riqueza en el marco de la pandemia por el COVID198. El  presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Carlos Heller, definirá con el jefe del oficialismo en la Cámara baja, Máximo Kirchner, la agenda del proyecto del impuesto a la “riqueza” antes de su presentación, tras semanas de idas y vueltas, y con el guiño presidencial obtenido el miércoles pasado en la residencia oficial de Olivos.

La iniciativa alcanzaría a quienes hayan declarado bienes por más de $200 millones: arrancará con una alícuota de 2% y se aplicará de manera gradual hasta un máximo de 3,5%, para quienes tengan un patrimonio superior a $3.000 millones.

Durante el fin de semana, Heller aseguró: “En la semana me voy a reunir con Máximo Kirchner para fijar adecuadamente el cronograma para empezar a tratarlo”. Además, dejó claro que “no hay restricción política de nuestro sector para llevarlo adelante”. Sin embargo la dilación en el tratamiento del mismo demuestra otra cosa.