Una renuncia puso de manifiesto el riesgo que corre la prensa en el marco de la pandemia. Trabajadores de una conocida emisora se encuentran preocupados por la falta de seguridad. 

Digamos que si la FM fuera el Titanic, el Carnero hubiera agarrado un bote para sí mismo y hubiera dejado a que el resto de la tripulación se hundiera con el barco.

Al menos eso lo tienen claro en estos días sus trabajadores: cuando comenzó la pandemia el único que se aisló y preservó su salud fue el jefe y al grito de “animémonos” mandó a sus trabajadores a realizar móviles absurdos, sin protección de calidad, a lugares donde tenían todas la chances de contagiarse: los hospitales.

Uno de sus más reconocidos periodistas presentó su renuncia a  la emisora- que proclama tener tan buena imagen. Evidentemente, optó por su salud ante el hecho de que varios compañeros suyos se aislaron por posiblemente estar contagiados.

Todo esto el Carnero lo sigue desde su casa. Seguro.