Salta viene experimentando una importante transformación económica en los últimos años a partir de la explotación de recursos naturales. La provincia ha logrado avances sustanciales en diversos sectores como la agricultura, el turismo y la minería, que han contribuido a su crecimiento económico, pero este no se traduce en poder adquisitivo que disfruten los salteños.
José Veronelli
La economía de Salta es diversa, pero quien más aporta dólares es la agricultura, contribuyendo centralmente al Producto Bruto Interno (PBI). La provincia es la mayor productora de tabaco de Argentina, y una parte importante de su producción se exporta. Además, tiene un clima favorable y un suelo diverso y fértil, lo que la convierte en un lugar ideal para diversos cultivos, como caña de azúcar, cítricos y uvas.
El turismo es otro contribuyente importante, siendo nuestra provincia uno de los destinos más populares para los turistas nacionales e internacionales. El rico patrimonio cultural, sus impresionantes paisajes y atractivos únicos como la Ruta del Vino de Salta y la Quebrada de las Conchas, la Quebrada del Toro y la Quebrada del Escoipe la han convertido en un destino de visita obligada para todos los que visitan el país.
A pesar de los avances logrados en los sectores agrícola y turístico, la economía salteña aún enfrenta varios problemas. Uno de los desafíos más importantes es la alta tasa de pobreza y el constante encarecimiento de la tierra para habitar o cultivar. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), al primer trimestre de 2024 la tasa de pobreza en Salta se ubica en 30,5%, cifra superior al promedio nacional de 25,4%.
Otro desafío que enfrenta la economía de Salta es la alta tasa de desempleo que se ubica en 9,8% al 2024 aunque para otras consultoras está por encima del 15%. Esta tasa es superior al promedio nacional de 8,5%, lo que indica que la provincia aún tiene un largo camino por recorrer en la creación de oportunidades de empleo para sus ciudadanos. La cuestión salarial es directamente proporcional a la capacidad de creación de empleo, dejando a Salta como una de las peores situadas en relación a poder adquisitivo promedio.
La economía salteña tiene varias oportunidades de crecimiento. Una de las más importantes es el potencial de inversión en el sector minero (litio). La provincia tiene vastos recursos minerales, incluidos litio, oro, plata y cobre, que podrían atraer inversión extranjera y crear oportunidades de empleo.
Otra oportunidad para la economía salteña es el potencial de crecimiento del sector turístico pensado en un turismo alternativo que potencie los lugares que aún no están instalados en las carteras del turismo emisivo internacional.
Por otra parte, la provincia se enfrenta a la competencia con otras provincias en el sector agrícola, lo que podría llevar a una disminución de su participación de mercado. La provincia enfrenta varios desafíos, incluidas altas tasas de pobreza y desempleo muy por encima de la media nacional.
Para garantizar el desarrollo sostenible Salta tiene varias oportunidades de crecimiento, por lo que es crucial que la provincia continúe implementando políticas públicas que promuevan el crecimiento económico en un contexto de retirada del estado nacional pero que al mismo tiempo representa una apertura a grandes carteras de inversionistas como Elon Musk.
Una buena
La situación económica actual de la provincia de Salta se caracteriza por una diversificación en su estructura productiva, con sectores clave como la producción de tabaco, caña de azúcar, poroto, actividad hidrocarburífera, vitivinícola, citrícola y minera. En el ámbito de las exportaciones, Salta viene registrando un ascenso de su PBI desde 2015 destacando las ventas de legumbres, tabaco, cítricos y minería hacia mercados como China, Brasil y Estados Unidos.
En cuanto al empleo registrado en el sector privado, Salta representa el 1.9% del total del país, destacando en actividades con mayor ocupación la de prestación de servicios.
Además, la provincia debería empezar a ver en algún momento un descenso de la pobreza gracias al crecimiento de sectores como la industria, la construcción, el comercio, la minería y el agro, así como a la distribución de planes de contención social y programas de reactivación económica.
Salta también adhirió al famoso equilibrio fiscal, administrando la deuda y presentando las cuentas generales en ejercicio, con refinanciamiento de deudas y ejecución de obras diferenciándose de Nación. Sin embargo, el esfuerzo para sostener la obra pública no se expresa en sostenimiento de trabajo ni circulación de dinero en la economía doméstica.
Pero…
La tasa de desempleo en la provincia de Salta se ha mantenido en el 6,6% desde el primer trimestre de 2023 según datos del INDEC. En comparación con otras provincias del país, Salta se encuentra de mitad de tabla para abajo en términos de desempleo. Por ejemplo, provincias como Chaco y Santiago del Estero también presentan tasas de desempleo similares o ligeramente superiores, con un alto nivel de informalidad.
En contraste, Salta ha logrado mantener una tasa de actividad y empleo más alta que otras provincias de la región, con un 46,6% de tasa de actividad y un 42,6% de tasa de empleo en el segundo trimestre de 2023, lo que -en teoría- la ubica como la provincia con la tasa más alta en actividad y empleo de la región. Estos indicadores muestran un panorama positivo en términos de empleo en Salta en comparación con otras provincias en miras del futuro.
Las principales causas del desempleo en la provincia de Salta están relacionadas con la estructura económica, el mercado laboral y las características demográficas de la población.
La estructura económica de la provincia de Salta se apoya principalmente en la agricultura, la minería y el turismo, sectores sensibles a los ciclos económicos políticos y las condiciones climáticas.
El mercado laboral en la provincia de Salta se caracteriza por un alto nivel de informalidad, lo que afecta la calidad de los empleos y el nivel de protección social de los trabajadores. El sector informal de la provincia tiene de los salarios más bajos del país, una profunda falta de seguridad social y acceso limitado al crédito, lo que dificulta que los trabajadores encuentren empleos estables y bien remunerados o generen sus propias fuentes de ingresos.
También están en la mira datos como la alta proporción de jóvenes y el bajo nivel de educación que contribuyen al nivel de desempleo. Los jóvenes a menudo enfrentan dificultades para encontrar su primer trabajo y los bajos niveles de educación pueden limitar sus oportunidades en el mercado laboral.
El gobierno de Salta viene tomando medidas para reducir el desempleo en los últimos años, incluida la implementación de programas para promover el empleo registrado y el apoyo a emprendimientos, así como medidas de asistencia a las poblaciones más vulnerables. Una de las principales iniciativas tiene como objetivo promover el empleo y el emprendimiento brindando servicios de capacitación e inserción laboral a jóvenes y otros grupos vulnerables.
La gestión también ofrece apoyo financiero a pequeñas y medianas empresas (PyMEs) para crear nuevos empleos y promover el crecimiento económico local. Además, el gobierno ha implementado medidas de Nación para apoyar a las poblaciones más vulnerables como el programa «Potenciar Trabajo», que brinda apoyo a los ingresos y capacitación laboral a personas en situación de pobreza y exclusión social. El programa también incluye medidas para promover la creación de cooperativas y otras formas de trabajo por cuenta propia.
Se han tomado medidas para mejorar el crecimiento empresarial y atraer inversiones internacionales a la provincia, como la creación de zonas francas y la implementación de incentivos fiscales. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el desempleo sigue siendo un problema muy importante en Salta, con altos niveles de informalidad y salarios precarios.
El gobierno reconoce la necesidad de seguir trabajando en este tema y ha manifestado su compromiso de abordar el problema del desempleo en todas sus dimensiones en el marco de un proyecto nacional que busca salarios a la baja y empuja para arriba la tasa de desempleo. Sin embargo, en los últimos cuatro meses el poder adquisitivo y el nivel de deuda doméstica ha subido exponencialmente.
El salteño promedio viene enfrentando tarifazos y aumentos desde hace muchos años sin descanso, contra una depreciación de su poder de compra y unas paritarias a la baja, en el mejor de los casos de tener el privilegio de ser un trabajador formal y registrado. La actualidad y el futuro de la provincia son de una total incertidumbre, siempre reconociendo que estamos en una provincia con su propio microclima económico, que en vacas buenas no termina de estar bien y en vacas malas sostiene ciertos niveles de pobreza e indigencia.