Lo sucedido en el Hogar escuela desató lo que se venía venir, una batahola de quejas respecto al estado de muchas escuelas en la ciudad que se disputa el título de la institución en peores condiciones.

Que varios de los recintos educativos en la ciudad dejan mucho que desear es algo que lo conocen todos quienes de alguna manera u otra asisten a los mismos, ya sea para llevar a sus hijos a la escuela o como alumnos.

El caso de las escuelas Carolina Tobar de García y Urquiza no difiere mucho al de otras instituciones en diferentes barrios de la ciudad: puertas rotas, pérdidas de agua, rendijas de desagüe tapadas con piedras, cables sueltos, ventiladores a punto de caerse y rajaduras en las escaleras.

Lo que preocupa es que sea necesaria una situación como la del Hogar Escuela para que las personas se vuelvan a sorprender por el estado en el que se encuentran las aulas, baños y demás lugares de algunas escuelas que más que recintos educativos parecen cuevas de refugiados donde los chicos tienen que ir a mojarse en época de lluvias por las goteras o a cagarse de frío en invierno porque faltan vidrios ventanas (ni hablemos de calefacción).

La respuesta de la Escuela Urquiza es la que seguramente tienen varias de las instituciones que funcionan en condiciones lamentables, desde la Dirección informaron que el año pasado elevaron una nota al Ministerio denunciando el problema de las grietas en la escalera y que hasta ahora siguen esperando una respuesta.

Esperen hasta que se caiga un pedazo, en una de esas ahí les dan bola.