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Agua no, petróleo si 

Los rumores sobre el hallazgo de petróleo en una zona del chaco salteño habitada por miles de familias puso en alerta a las comunidades.  El antecedente de High Luck en Los Blancos preocupa a originarios y criollos de la zona por el pasivo ambiental generado y el escaso desarrollo volcado a las comunidades. Mientras tanto en Misión Chaqueña esperan por obras de agua prometidas hace más de un año.

Las visitas proselitistas llegaron un poco más temprano de lo esperado en la comunidad de Misión Chaqueña, a 50 kilómetros de Embarcación, en el departamento San Martín. Allí residen unos 6000 habitantes que por estos días advirtieron movimientos inusuales, atípicos para el sosiego que caracteriza a la llanura chaqueña. En el pueblo aguardan hace más de un año la instalación de la nueva red de distribución de agua, prometida al inicio de la emergencia sociosanitaria; sin embargo, los rumores sobre el hallazgo de petróleo en la zona que une la comunidad con el pueblo de Hickman sugieren que la espera se dilatará aún más.

En los despachos de la municipalidad de Embarcación la versión sobre un nuevo hallazgo petrolero bajo la reseca tierra chaqueña comenzó a circular con más fuerza en los últimos días. Los voceros del intendente Carlos Funes llevaron los trascendidos en clave pre-electoral hasta la comunidad de Misión Chaqueña, donde fueron recibidos con preocupación. El asombro de los vecinos llegó a un punto cúlmine cuando escucharon anunciar con precisión que el próximo 15 de enero se harían las perforaciones en ambas localidades. 

Al margen de motivaciones políticas, el presagio punteril coincidía con una serie de señales que no pasaron inadvertidas por los habitantes de la misión. Vehículos de Vialidad, maquinaria de Aguas del Norte y profesionales de YPF recorrieron la zona en estos días como no lo habían hecho en mucho tiempo. A esto se suma la reunión llevada a cabo en la iglesia de Misión Salim convocada por dos empresarios británicos de la que participaron algunos representantes de las comunidades. En ella se abordaron superficialmente los rumores sobre el nuevo hallazgo y posteriormente sobrevolaron la zona. Es por eso que el temor de las familias originarias que habitan la misión es doble: Por un lado, el de ver pasar la riqueza extraída de la tierra sin participar ni remotamente de ella; y por otro, el de perder la titularidad o el dominio de las tierras que ocupan hace más de un siglo. 

La historia cuenta que hace 104 años el Misionero anglicano Wilfred Barbrooke Grubb, en su afán de elevar a los nativos al nivel de propietarios y que puedan cumplir su parte en el desarrollo de su propia tierra, donó los terrenos que hoy en día son habitados por la comunidad de Misión Chaqueña. Sin embargo, por aquella operación no se firmó papel alguno y en la comunidad temen que los empresarios extranjeros repentinamente interesados en la región se proclamen herederos o dueños de esas parcelas. «Los que van a negociar son los ingleses y no sabemos a dónde nos van a mandar a nosotros», comentó a este medio un habitante de la comunidad. 

Los trabajos con GPS realizados en el lugar y la presencia de operarios de la empresa petrolera estatal sugieren que las perforaciones, en caso de hacerse, estarían a cargo de YPF. Sin embargo, remarcan fuentes de la municipalidad de Embarcación, se trata por el momento de trascendidos. 

 

Petróleo en el chaco: 

 

La zona del Chaco salteño entró en explotación hace casi un siglo, cuando llegó a la zona la Standard Oil. Luego entraría en juego YPF y se desataría una fuerte competencia que enfrentó a conservadores e Yrigoyenistas hasta el golpe de Uriburu. Durante las décadas del 50 y 60 muchos pozos fueron abandonados porque ya no producían lo suficiente. Pero con el tiempo hubo una reacomodación de los fluidos y, al día de hoy, hay pozos que vuelven a tener petróleo. 

Un caso testigo fue el de un campesino que en los 80 fue a denunciar a la provincia que dos vacas se le habían muerto porque habían tomado agua contaminada con petróleo. El denunciante aducía que en el viejo pozo de Río Pescado (en Orán), se podía ver petróleo en la superficie. Los técnicos corroboraron el hecho e YPF volvió a poner en marcha su producción que quedó a cargo de Tecpetrol.

la empresa estadounidense Standard Oil, que había concentrado numerosas concesiones, comenzó a extraer petróleo. A partir

de ese momento, se fue consolidando una economía de enclave en torno al petróleo y la zona se convirtió en el escenario principal de la puja entre la Standard Oil e YPF a nivel nacional. 

Durante el gobierno de facto de Uriburu, las empresas petroleras privadas, prácticamente duplicaron la producción, pero en cambio YPF creció menos del 10 %. Los decretos que delimitaban zonas de explotación exclusivas para YPF en Salta, fueron objetados por la empresa estadounidense, quién querello al gobierno de Salta, y finalmente conseguiría que la Corte Suprema de la Nación los declarara inconstitucionales en 1931, medida a la cual Hipólito Yrigoyen protestó desde su presidio en la isla Martín García.

 

No quieren ser Chirete

 

En Misión Chaqueña siguen de cerca el reclamo de los habitantes de Los Blancos en Rivadavia Banda Norte, quienes se oponen al extractivismo de la empresa china High Luck en el pozo de Chirete. Allí se llevaron a cabo asambleas y cortes de ruta en oposición al pasivo ambiental generado por la multinacional y por mejores condiciones de vida, ya que la riqueza arrancada en forma de petróleo jamás derramó en beneficio de las familias. «Queremos que algo nos beneficie… no queremos lo que está pasando en Morillo», destacó un joven originario de Misión Chaqueña a Cuarto Poder.  

En los momentos previos al desembarco de la petrolera china en Chirete, también abundaron las promesas de un impacto positivo en la mano de obra y el desarrollo del entorno. Sin embargo, nada de eso se concretó en Rivadavia Banda Norte. Entre los compromisos de la empresa en los momentos previos a su instalación estaba la contratación de mano de obra local y la inversión en la economía de la zona. Al día de hoy la empresa, además de no haber tomado un sólo obrero originario, no contrata comida, productos, no acude a negocios, ni hospedajes locales.