El reclamo de los pequeños productores del chaco salteño no pasa por la necesidad de que se declare la emergencia agropecuaria en el norte, sino algo más sencillo, hasta elemental: necesitan agua. En junio el gobierno provincial les prometió una solución en 20 días. Hasta ahora no vieron ni una gota.
Todo se está muriendo en el chaco, los animales, las plantas y la esperanza que no se hace realidad. Al menos eso se puede interpretar a partir de las declaraciones de los pobladores afectados por la sequía, como la señora Alicia Torres, quien mencionó lo siguiente: “Si para la gente no hay agua, imagínese lo que pasa con los animales. Necesitamos urgentemente pozos o camiones cisterna que nos provean. También maíz, alfa o algún forraje que nos ayude a superar esta situación”.
Doña Alicia es parte de un grupo de alrededor de 60 productores que conforman la Asociación Unida para el Chaco Salteño y que hace un par de meses se dirigieron hasta la capital provincial a fin de pedir al gobierno que haga algo para paliar la situación que ya en el mes de junio era alarmante. “Una señora que es viuda tuvo que dejar a los chicos solos para ir a la ciudad y ver si podía conseguir ayuda. Hicimos todo lo que nos dijeron, pero hasta ahora no hubo ninguna respuesta. Ya no podemos más. Si esto sigue así, se nos van a morir todos los animales” cuanta Alicia. Cuando en junio pasado llegaron hasta la ciudad, “nos dijeron que en 20 días nos iban a contestar. Hicimos todo lo que nos dijeron. Formamos una comisión, llenamos formularios y presentamos la documentación, pero no hay nada”.
La situación burocrática dilata la asistencia que debería ser urgente, y cuando los que reclaman son atendidos por funcionarios, estos los terminan enviando al limbo kafkiano del poder. “Ese día que llevamos los formularios, justo había una reunión con el gobernador Urtubey. Una señora de Padre Lozano alcanzó a hablar con el ministro Julio César Loutaif, que nos derivó con una persona de apellido Albrech. Después nos dijeron que hay que hablar con Paz Posse y al último con Fabián Gómez. Ahora ya ni nos contestan los teléfonos”.
Si bien el gobierno destinó algunos fondos para paliar la situación extrema que vive parte del agro salteño, al parecer, esos fondos fueron destinados a otros rumbos, porque los pobladores que crían animales y viven de ello en Hickmann, Dragones y Padre Lozano hasta ahora no vieron ni un peso y lo que es peor, ni una gota de agua.