La crisis que desató la anulación del concurso para jueces todavía no se cierra. Se conoció que las autoridades del Colegio de Abogados se prestan a realizar un juicio por calumnias e injurias a un abogado que se animó a cuestionar a la actual gestión. (A.R.)
A pocos días de la anulación del polémico concurso, aún continúa la tensión en el poder judicial. Al comunicado del Colegio de Magistrados -que pidió cambios sustanciales para asegurar “la transparencia”- se sumó la renuncia de la defensora general María Inés Diez, por “violencia moral”, y ahora la novedad viene desde el mundo de los abogados matriculados: el actual vicepresidente del Colegio de Abogados, César Rodríguez Galíndez, solicitó la audiencia de conciliación al joven matriculado Cristian Illesca.
Ocurre que, según pudo conocer este semanario, en el Colegio de Abogados están hartos de las denuncias que realiza Illesca, un humilde oranense fue a Buenos Aires a estudiar, trabajó allí en el poder judicial, se recibió de abogado e incluso dio clases en la facultad de derecho. Ahora es quien continuamente realiza críticas al Colegio.
Recientemente, el abogado polemizó con los actuales consejeros de la magistratura y representantes del Colegio de Abogados: Eduardo Romani, María Luisa Falconier y César Rodríguez Galíndez, pidiéndoles la renuncia, porque -según considera- actuaron de manera parcial y con favoritismo por el postulante Sergio Petersen: quien hace poco quedó ternado en el concurso y actualmente dirige la Caja de Seguridad Social para Abogados.
En un post de Facebook, el joven Illesca se animó a afirmar que los representantes del Colegio, al formar parte de la “lista integración” -que conduce tanto “La Caja” como “El Colegio” de los abogados-, debían excusarse al participar Petersen. El abogado afirmó que el participante no había podido responder las preguntas en la entrevista oral y que era constantemente salvado por “sus amigos”.
¿Por qué contra Illescas?
Evidentemente la denuncia por las irregularidades en el concurso de jueces colmó la paciencia de las autoridades del Colegio de Abogados. Para entender el conflicto, es necesario ir un poco más atrás.
Según pudo averiguar Cuarto Poder, desde la llegada de Illescas al foro salteño, las quejas contra el Colegio de Abogados se han multiplicado. En efecto: a los oídos de las autoridades empezaron a repercutir quejas por los precios de los cursos; por la política de incentivos para los recién recibidos; por los altos costos que pagan los abogados para hacer un curso en la Escuela de Magistratura, y por los gastos millonarios que se realizan en obras de la institución, las cuales, muchas veces no son prioritarias. Todas las denuncias, de una u otra manera, fueron sorteadas por la “singular cintura política” de Humberto Burgos, actual presidente del Colegio.
Burgos es un tipo conciliador. Los que conocen su personalidad aseguran que, de buenas a primeras, jamás recurre al choque; que siempre hace gala de su capacidad de “negociación” y trata de sellar diversos acuerdos para que las aguas no se enturbien en el Colegio.
Esta vez, no pudo. Según se pudo conocer, Burgos le habría ofrecido a Illesca, invitaciones para introducirse en el exclusivo club “La Loma”, lugar clásico donde los abogados se hacen “amigos” y arreglan “otros asuntos”. Nada de eso conformó al joven abogado y siguió denunciando, hasta que le tocó criticar a Petersen, quien lejos de ser conciliador, ordenó directamente “hacerle un juicio y sacarle hasta el último centavo”.
Sólo con esta versión se entiende el desborde de insultos que recibe el joven abogado por parte de integrantes de ese exclusivo club, en donde no faltó la xenofobia, la ironía, y el uso de perfiles falsos para atacarlo.
El joven Illesca, caracterizado por ser un entusiasta de las redes sociales y por desatar una catarata de comentarios con cada posteo, tiene en su espaldas, quizá sin saberlo, una interna política, que hace años divide al Colegio de Abogados, donde los matriculados critican por lo bajo los manejos millonarios de dinero y el supuesto enriquecimiento de sus autoridades, pero luego se quedan en el molde, por la absoluta capacidad de “disciplinamiento” que tiene la institución.
La trayectoria de los “notables”
Sergio Petersen es hombre del romerismo. Fue apoderado de la disuelta Enjasa desde el año 2003 a 2014. Fue vicepresidente del Colegio de Abogados en los periodos 2014/2016 y consejero de la Magistratura en ese periodo. Preside la Caja para Seguridad Social de Abogados desde el 2016 a la actualidad.
María Luisa Falconier fue Directora de Modernización del Servicio de Justicia desde el año 2010 al 2013 del Ministerio de Justicia; luego ocupo el cargo de Directora General de Programas y Proyectos del Ministerio de Justicia por un breve periodo, también en ese ministerio. Es Consejera de la Magistratura desde el año 2014 a la actualidad, donde fue compañera de Sergio Petersen.
Cesar Galíndez fue asesor de la secretaria de Justicia en el año 2008, luego Subsecretario de Políticas Judiciales, en el año 2009; Secretario de Métodos Alternativos de Resolución de conflictos, en el año 2010; actual vicepresidente del Colegio de Abogados y consejero de la Magistratura.
Eduardo Romani, fue presidente del Colegio de Abogados en el periodo 2010/2016 y, a la vez, asesor de la Secretaria General de la Gobernación, en el periodo 2012/2014, actualmente es Consejero de la Magistratura.