Con alguna interferencia parcial están funcionando las respectivas “cajas de resonancia” del pueblo salteño. Lo cual no es dato menor en la situación de cuarentena, pandemia, crisis por venir y sin palo en qué rascar. Si tardan las soluciones, que no falte foro en cual quejarse. Pero cuando falla esto último puede potenciarse el malestar. Por: Federico Pérez.

El rol del Legislativo local en la situación actual presenta una imagen dispar, en términos bi como en lo relativo a transcameralidad. Como igualmente en una perspectiva transparlamentaria, si se ponen bajo la lupa otras variables de sus respectivos funcionamientos y el rol expresado hacia el resto de los poderes criollos y a la sociedad.

Desde un punto de vista meramente numérico, al comenzar el segundo cuatrimestre de 2020 el Senado provincial picó en punta en materia de actividad y cerró abril con tres encuentros correspondientes al período de ordinarias. En tanto, la Cámara de Diputados parece remolona al cruce del umbral de mayo, con sólo una reunión formal que se llevó a cabo el pasado martes, 28. Aha, pero habrá que revisar los respectivos temarios y las reuniones de comisión, podría atajarse un miembro del último desagregado parlamentario.

En cuyo caso, de igual manera la Cámara alta provincial le lleva la delantera a su gemela de Mitre 550. No sólo en términos numéricos, sino también al ser evaluadas a partir de lo cualitativo. La actual comparación tiene como parámetro un decenio de años anteriores en los que la conclusión apuntaba en dirección opuesta y en el contexto de un escenario distinto en cuanto a los otros poderes.

El retraso que se aprecia en Diputados tiene particularidades que repercuten en el funcionamiento total del Estado. Más, teniendo en cuenta una cierta parquedad entre las segundas líneas de la gestión del Ejecutivo provincial, respecto a diputados y senadores, lo mismo que hacia los intendentes. En dicha evaluación, se prescinde de la figura del Gobernador, debido a la casi imposibilidad de cumplir con cada uno de los requerimientos, a la vez que se ocupa de cuestiones protocolares y administrativas.

Uno de los casos cercanos es el de una compañía minera, signataria de CaPEMiSa –la cámara del sector- uno de cuyos ejecutivos recurrió a dirigentes saenzistas para consultarles si conocían algo de los cronogramas que manejan los funcionarios grandbourgianos. El ministro Martín De los Ríos o su encargado de Coordinación Ejecutiva, Nicolás Sivila. “Desde febrero tiene un expediente frenado”, le comentó a este periódico uno de estos contertulios, “pero nadie sabe nada, nadie atiende los teléfonos, no hay abogados…”.

Una falencia casi calcada es la que a mitad de semana varios medios colegas publicaron en cuanto al cierre del pub Café del Tiempo. Es decir, líneas telefónicas inactivas y  frustración en Carlos Urtasún, empresario y fundador de este bar y restaurant, extensiva a sus colegas del rubro. En parte, el Senado y algo del Foro de Intendentes –en la cuestión específica de los Jefes comunales- sirvieron parcialmente al desahogo de algunos sectores de la dinámica política gaucha.

Función catártica del lenguaje    

Los galenos al patio con sus requerimientos hospitalarios.

El dirigente político que cultivaba como virtud recordar nombres de pila, asociados con rostros y algún detalle alegórico fue Julio Argentino Roca. Según testimonios recogidos a lo largo de nuestra historia, esto le valió, entre otras picardías, el apodo de “Zorro”. Ello le procuraba prisa en su acercamiento a punteros, correveidiles y opositores. Aunque cuando esto no es algo relevante, tal capacidad en el CPU resulta trivial.

Dos obstáculos adicionales los aportan la dicción con el barbijo de por medio y la similitud entre algunos apellidos, sean simples o compuestos. Quien pudo haber dicho “Villa”, tal vez podría haber dicho “Diez Villa”, o algo parecido. En estos laberintos lingüísticos transcurrieron algunos minutos de la última sesión en Diputados, primera después del mensaje del Gobernador, 31 días atrás.

Al fin, los diputados lograron consensuar una modalidad de trabajo, con sesiones a distancia y firma digital. Y para los que cuestionan que en Cámara baja falta diálogo, en la previa al día del Trabajo se debatió sobre habilitación de hoteles para pasajeros exceptuados, retorno de salteños a territorio provincial, créditos blandos para pymes, emprendedores y guías turísticos, desgravaciones impositivas y gestión de fondos para los clubes deportivos.

Cada asunto respondido debidamente en su visita a Mitre 550 por el propio titular de la cartera Turismo, Mario Peña ¿O será Peña Nieto? Preguntaron cerca del presidente, Esteban Amat, propenso a esos cambios en la denominación de interlocutores.

Con ello, Amat ofreció un mensaje al público interno por algunos cuestionamientos y tiros por elevación que se habían hilvanado desde la cada vez más heterogénea composición (por los realineamientos internos), alegando falta de debate. Déficit de oralidad, falta en la función catártica que los griegos le atribuían al lenguaje; o sea, falta de parloteo. Un rol que podría complementar ciertos huecos, reseñados en párrafos anteriores, que se aprecian en el funcionamiento de algunas áreas del Ejecutivo.

Por lo pronto, ya corrió una especie de amonestación dirigida al diputado Héctor Chibán (UCR), a quien desde Presidencia le achacaron no respetar en el uso de la palabra a sus pares. Claro que esto nada tiene que ver con que el parlamentario capitalino se encuentra formando un ala opositora al saenzismo, junto a Gladys Moisés, Cristina Fiore y Carlos Zapata.

Otra reprimenda enviada por Amat se destinó al rivadavieño Ramón Villa, en réplica por osar un intento de reclamo por la supresión de la sección de homenajes y manifestaciones. Igualmente, un episodio despegado de la situación en la que el titular del bloque del Frente de Todos fuera inducido a retirarse, según dijo, de una reunión con Ministros del Ejecutivo provincial.

Finalmente, al Frente de Izquierda se le negó la posibilidad de tratamiento sobre tablas a un proyecto con reclamos de galenos y enfermeros por falta de instrumentos de bioseguridad en el desempeño de sus tareas cotidianas, en el contexto de la pandemia. Algo que los protagonistas de tales demandas, de todas maneras, expresaron en el 2° patio del edificio legislativo.

Cuestión de hablar

Firma digital como un avance, entre reclamos por falta de debate en Diputados.

 

Entre uno de los pasajes que señalamos como los que grafican una notable predisposición al diálogo habíamos señalado al Senado y al Foro de Intendentes. La entidad de calle Leguizamón 2060 abordó cuestiones de fondo con el ministro Roberto Dib Ashur (Economía) y algunos intendentes: cómo vienen los números de recaudación y de dónde saldrá la liquidez para tapar dichos agujeros.

La caída en la percepción de impuestos provinciales está llegando al 60 %, precisó el funcionario provincial, mientras los intendentes calcularon esta misma variable unos 20 puntos más (abajo). Se vienen cheques diferidos, se vienen títulos para proveedores, se vienen títulos de cancelación como en los 80? Todavía nadie lo sabe. Pero lo que es hablar, se habló en el Foro y muchos jefes comunales alivianaron algo de la carga anímica.

Algo similar es lo que se verifica en el otro de los compartimentos del Legislativo criollo. En Senadores, la visita del ministro de Turismo salteño y el intercambio que mantuvo con los integrantes del cuerpo, sirvió a los efectos que cada uno de los representantes vaya conformando conceptos sobre el escarpado terreno que viene para esta rama de la economía.

En Cámara alta, también, se incluyeron iniciativas de profundo impacto en la vida institucional, política, financiera y económica de nuestra provincia. Una es el informe que el cuerpo pidió en cuanto a la génesis del Banco Macro en tanto agente financiero del Estado provincial.

Otro expediente concatenado es el que se discutió el jueves último, igualmente relacionado a la actividad del sector financiero. Se sabe que Salta cuenta los peores indicadores del país con un cajero automático cada 3.690 salteños, comparado con una terminal por cada 1.132 vecinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según cifras del Banco Central de la República Argentina.

Pues bien, en la Cámara alta se solicitó al Ministerio de Gobierno y a la Secretaría de Defensa del Consumidor, un detalle del “numero de Cajeros y terminales de autogestión en la Provincia  y su distribución Geográfica”. Además, la iniciativa del senador Sergio Ramos requirió saber el “total de cuentas jubilaciones, pensiones y beneficios ANSES, determinando que cantidad se corresponden a Salta Capital y al Interior”.

Junto con la especificación del “total de cuentas sueldo determinando que cantidad se corresponden a Salta Capital y al Interior”, como también el “monto total y cantidad de empresas a las cuales se otorgaron créditos en el marco de la emergencia sanitaria (COVID 19) contenidos en la línea 24% destinados a PyMEs”. Es un año atípico, no por la pandemia, sino porque el Senado le lleva la delantera a la Cámara baja provincial.