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A 20 años de su estreno y un día del amigo…

La serie «Okupas» dirigida por Bruno Stagnaro retrata las andanzas de cuatro amigos en los albores de la crisis del 2001 desde una mirada crítica y con la impronta del «nuevo cine argentino». Desde las 00 hs. de hoy está disponible en Netflix. 

 

Posiblemente una de las series que marcó un antes y un después en la televisión argentina fue «Okupas», de Bruno Stagnaro, estrenada en octubre de 2001. Los 11 capítulos que componen la tira reflejan de manera fiel la precariedad a la que fue arrojada la juventud en los momentos previos a la crisis y la crudeza de la realidad que asomaba como consecuencia de ella.

La amistad de cuatro jóvenes: Ricardo, Walter, «Chiqui» y el «Pollo» (Rodrigo de la Serna, Ariel Staltari, Franco Tirri y Diego Alonso, respectivamente) se da de manera casi espontánea, aunque se vuelve incondicional con el paso del tiempo.

La historia se desarrolla en el año 2000 en un barrio céntrico pero decadente de la ciudad de Buenos Aires. En una Argentina atravesada por el crecimiento del movimiento piquetero como consecuencia de las políticas neoliberales del menemismo y el continuismo que significó la Alianza.

La situación de Ricardo es la de muchos jóvenes en esa etapa, que se encontraban ante la ausencia de futuro. El rompimiento de los límites que impone la sociedad, como por ejemplo anteponer el derecho a la vivienda antes que el derecho a la propiedad privada, fue lo que se impuso en forma de pueblada un año más tarde con el Argentinazo, por lo cual la miniserie no sólo constituye una obra de arte desde lo estético y las actuaciones, sino que además es una lectura brillante de una sociedad en formación que estaba a pocos meses de estallar.

Okupas fue un fenómeno completamente novedoso. La serie retrataba la realidad que se vivía como nunca antes, sin exacerbarla para impresionar ni tomarla a la ligera. A excepción de Rodrigo de la Serna, el elenco era desconocido. Incluso incorporaba personas que no eran actores sino gente real de los barrios populares. Los escenarios eran casas, plazas y calles de la ciudad, no escenografía ni sets.

Desde las 00 hs. de hoy, la serie se encuentra remasterizada completa en la plataforma digital Netflix. La musicalización quedó a cargo de Santiago Motorizado por no haber contado con los permisos de los grandes sellos.