Los políticos en campaña suben fotos de menores de edad para tratar de sumar un voto.

Detrás de la esa fachada de inocencia pueblerina, que Emanuel Sierra supo construir a su favor, parece esconderse una voracidad insaciable de poder.

Ayer nos enteramos que el changuito que se hacía el humilde pedaleando, está contratado en la municipalidad de Salta Capital, mientras reside en Metán, donde está haciendo campaña para volver a ser diputado provincial, después de un paso casi fantasmal por una subsecretaría de deportes municipal.

Toda esta intro tiene que ver con la foto que ilustra esta nota. Fue tomada del muro de Facebook de Sierra. La única diferencia de la foto de esta nota y la que se puede ver en la red social de Sierra es que CUARTO PODER preservó la identidad de los niños, añadiendo una marca para distorsionar los rostros.

¿Por qué caen tan bajos de usar a niños para sus campañas? ¿Por qué los exponen así?

Sierra, para colmo, acompaña la publicación de las imágenes con estas palabras, que rezuman cinismo:

“¿Un acto de campaña? ¡Claro que no! Para mí, es una tarde con nuevos amigos, divirtiéndonos en un pelotero de colores y jugando al sol.
La misión era inundar los barrios de alegría y creo que lo logramos, respetando el distanciamiento y los protocolos
Siento una felicidad absoluta cuando veo a los nenes y nenas sonreír ¿a ustedes les pasa también? Transmiten un puñado de sensaciones lindas
Más allá de las críticas destructivas y los comentarios negativos, yo me quedo con todo el cariño compartido por los que entienden que esto es mucho más que «hacer política»

No, Emanuel. Estás haciendo política, en el peor sentido de esa palabra. La deshonrás.