La interventora de Salvador Mazza, Mercedes Junco, huyó de un móvil de Am 840. Se hizo la ofendida cuando le preguntaron por el excesivo gasto en la refacción de una plaza.

Mercedes Junco tiene una misión complicada: ir a un municipio donde el espectro de Carlos Villalba aún está presente. Es más que un espectro: pese a haber sido encontrado en un prostíbulo donde chicas eran obligadas a prostituirse, Carlos Villalba es el protegido del gobierno y será –si todo marcha como hasta ahora- nuevamente intendente en diciembre. El gobierno muestra así que el poder es impunidad.
Por esosu mejor reacción ante la pregunta de Daniel Murillo fue sobreactuar estar ofendida. Aunque el entrevistador no había dicho ninguna mala palabra y sólo había preguntado por algunos gastos “extraños” del municipio, Junco le dijo, en frases reñidas con las reglas básicas de la lengua castellana, que dejara de decir malas palabras (que Murillo no había pronunciado en ese momento) y que hablara bien.
Después la interventora que buscará la reelección de Villalba huyó.
En otro medio, Fm Pacífico, Junco sobreactuó la ofensa en nombre de todo el municipio: «Salvador Mazza no es ciudad Juárez, los vecinos están muy dolidos por cómo se definió al lugar. La droga viene de hace muchos años y ahora se acentuó, pero eso no significa que todos los habitantes son contrabandistas o consumidores, le aseguro que los grandes contrabandistas no viven en Salvador Mazza», dijo.