La administración pública salteña se ubica entre las que más se expandieron en los últimos años: un 59% siendo sólo superado por Tierra del Fuego, Catamarca, Santa Cruz, Chubut y Corrientes. Parodi anunció 3500 incorporaciones más aunque ahora todos relativizan el anuncio. (Gonzalo Teruel)

Al presentar esta semana el Presupuesto 2015, el ministro de Economía Carlos Parodi confirmó que el año próximo el gobierno provincial seguirá con una de las políticas favoritas de la gestión de Juan Manuel Urtubey: el aumento de la plantilla de empleados públicos. Al respecto y con foto de Parodi, la oficina de prensa del gobierno difundió un parte informando que “el presupuesto (…) contempla la incorporación de 3.466 agentes que permitirán fortalecer el recurso humano en áreas problemáticas como salud, educación y seguridad”. El crecimiento del personal estatal será superior al 6% pasando de de 56.770 a 60.236 trabajadores el año próximo.

El secretario de la Función Pública, Roberto Robino, aseguró por el contrario que “no hay modificación presupuestaria”. “No hay que confundir cargos con personas” dijo y aclaró que “no se van a tomar 3 mil empleados nuevos sino que la Legislatura autoriza al Poder Ejecutivo a tomarlos si es necesario, pero no quiere decir que así vaya a ser”.

Cualquiera sea el número definitivo, esas cifras ubican a la administración pública salteña entre las que más se expandieron en los últimos años. Un informe de la Consultora NOAnomics revela que entre 2003 y 2013 el empleo estatal en la provincia creció un 59% siendo sólo superado por Tierra del Fuego, Catamarca, Santa Cruz, Chubut y Corrientes.

“Calculando el cociente entre la planta excedente y la óptima, el sobredimensionamiento en Salta tiene importantes excesos del orden del 38%”, revela el informe de NOAnomics que, además, pregunta “cuántas empresas privadas adicionales deberían crearse para emplear -en blanco- a los trabajadores estatales superabundantes”. La respuesta es contundente: en Salta se necesitarían unas 1.640 empresas adicionales para, en un periodo no menor a 4 o 5 años, absorber el excedente de empleados públicos.

Estos datos numéricos tienen implicancias socioeconómicas. “Las gestiones provinciales de Juan Carlos Romero y de Juan Manuel Urtubey no redujeron el gasto público en ninguno de sus niveles y, por lo contrario, la planta de empleados públicos sigue en incremento y esto habla de la inexistencia de políticas que generen puestos laborales en el sector privado”, aseguró el dirigente de la UCR, Carlos Ibarguren.

El político radical consideró que “la excesiva planta de funcionarios estatales es extremadamente costosa e ineficaz” y lamentó la existencia de “una gran cantidad de asesores que pululan por doquier, donde solo algunos trabajan y otros solo pasan a cobrar”. Para Ibarguren, esta superabundancia de empleados públicos en la provincia “pone en jaque año tras año la posibilidad de inversiones de infraestructuras necesarias” porque “así no hay presupuesto que aguante y las obras que la gente necesita se siguen demorando”.

Desde el gobierno siempre se desestimaron afirmaciones de esa índole y se destacó que los sueldos de la administración pública no llegan al 50% de los desembolsos corrientes, muy por debajo de los niveles de otras provincias. Sin embargo esta semana, el titular de NOAnomics, Felix Piacentini, calculó que esa “holgura fiscal de Salta ha quedado en el pasado porque el gasto en personal es ya el 60% de los gastos corrientes”.

Las críticas al tamaño del organigrama provincial son extensivas a las estructuras municipales. “La mayoría de los intendentes también sobredimensionó la cantidad de empleados contratados, muchos de los cuales cobran en exceso un trabajo que no prestan”, acusó Ibarguren. No está equivocado, en Salta muchas de las tareas estatales están tercerizadas y son realizadas por empresas privadas mientras el agigantamiento de la administración pública no se condice con la mejora en la prestación de los servicios básicos.

“Si al crecimiento del empleo público le sumamos los nichos de corrupción en distintas áreas de gobierno, estamos en presencia de un gobierno incapaz de instrumentar políticas para los salteños y acostumbrado al amiguismo, a devolver favores, y a fomentar el clientelismo”, sintetizó el dirigente radical.

No es tan así dicen ahora

Consultado por el incremento de los empleados públicos provinciales previsto para el año próximo, el secretario de la Función Pública, Roberto Robino, pidió “no confundir cargos con personas”. “El Presupuesto 2015 contempla la posibilidad de incorporar hasta 3 mil cargos pero no necesariamente va a ser así”, dijo el funcionario.

En diálogo telefónico con Cuarto Poder, Robino contó que “sólo quedan en la provincia 80 pasantes y unos 100 contratos de locación de servicios”. “Los demás contratos precarios y contratos basura que heredamos de la gestión de Juan Carlos Romero se fueron reemplazando por el pase a la carrera administrativa” destacó y anticipó que “en diciembre empezamos un nuevo proceso de concursos para la gente que ya está trabajando en la administración pública”.

“Cómo es gente que ya está trabajando, no va a existir una modificación presupuestaria significativa en el pago de sueldos”, concluyó.